domingo, 4 de diciembre de 2016

Reseñas cinematográficas: Capitán América: Civil War


Ficha Técnica

Título original: Captain American: Civil War
Directores: Anthony Russo, Joe Russo
Intérpretes: Chris Evans, Robert Downey Jr., Scarlett Johansson, Sebastian Stan, Anthony Mackie, Don Cheadle, Jeremy Renner, Chadwick Boseman, Paul Bettany, Elizabeth Olsen, Paul Rudd, Tom Holland, Daniel Brühl, Frank Grillo, William Hurt, Martin Freeman, Emily VanCamp, Marisa Tomei, John Kani, John Slattery, Hope Davis, Alfre Woodard, Stan Lee.
Guión: Christopher Markus, Stephen McFeely
Música: Henry Jackman
Género: Acción, fantástico
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 147 minutos
Año: 2016


Sinopsis:
La creación de los Vengadores lo ha cambiado todo. Tras salvar el mundo de las hordas de Loki, hermanastro de Thor y Dios de las Mentiras, y evitar la destrucción total por parte de Ultrón, una creación de Tony Stark, el grupo de superhéroes no sólo ha visto como sus filas aumentaban, sino que las amenazas crecían al mismo tiempo, como si su sola presencia las animase a ello. Con SHIELD hecha pedazos, los Vengadores parece el grupo indicado para encargarse de las superamenazas que acechan por el globo, al menos hasta que un incidente con un antiguo enemigo provoca las suficientes bajas civiles como para que las Naciones Unidas diga basta a los Vengadores, en especial tras la batalla en Nueva York, la destrucción de Sokovia y la caída de los helitransportes en Washington D. C. Mediante los Acuerdos de Sokovia, las naciones del mundo pretenden controlar a los Vengadores, y no sólo en sus identidades civiles, sino con respecto a las misiones que tendrán que confrontar desde ese momento. Tony Stark, dolido todavía por los acontecimientos con Ultrón, decide firmar junto con compañeros como la Viuda Negra y Máquina de Guerra, mientras que es Steve Rogers, el Capitán América, el principal contrario a dichos acuerdos, junto a otros héroes como el Halcón. Cuando el camino de ambos grupos parece que los llevará lejos al uno del otro, un terrible atentado señala al Soldado de Invierno, Bucky Barnes, antiguo compañero del Capitán América, como el artífice, ocasionando que los dos equipos terminen enfrentándose en una cruenta guerra que podría acabar con los Vengadores para siempre.


Reseña:
¡Y entonces estalló la guerra! Debo reconocer, como un preámbulo a las palabras que dirigiré a continuación a "Capitán América: Civil War", que cada vez se me hace más complicado analizar las películas de Marvel Studios. Uno de los motivos, bastante importante, es porque me gusta hacer memoria en cada crítica, y hablaros de los títulos que precedieron al filme en cuestión, y teniendo en cuenta que el que hoy reseño es el que abre la Fase 3 de la productora, podéis comprender que a veces hago ejercicios realmente arqueológicos. Parece que fue ayer, pero recordemos que "Iron Man", la primera y arriesgada apuesta de Marvel Studios, llegó a los cines en un ya lejano 2008, y aunque todavía no se han llegado a las veinte producciones, estamos bastante cerca de tal número. Además, no me gusta sólo mencionar los títulos, sino hablar de ellos, para comprobar cómo ha ido evolucionando Marvel Studios, de una forma brutal, ya que estamos, porque si bien la Fase 1 tenía sus altibajos, debido al hecho de ir presentando a los primeros personajes del conectado universo cinematográfico de la Casa de las Ideas, la Fase 2 fue un auténtico puñetazo sobre la mesa que venía a decirnos que Marvel Studios no estaba dispuesta a ganar dinero fácil con los personajes que tanto amamos, o al menos no sólo a eso, sino a ofrecernos productos de calidad, impresionantes blockbusters con contenido, entretenimiento inteligente del mejor y con la capacidad de sorprendernos en cada nueva cinta, proponiéndose los directivos que cada una de ellas superara a la anterior en todos los aspectos. Si la Fase 2 lo logró, imaginaos lo que es iniciar la Fase 3 con la brutalidad que supone "Capitán América: Civil War".

Me voy centrando, me voy centrando, porque a pesar de que vaya a dejar un poco de lado la Fase 1 de Marvel Studios en este extenso prólogo (qué paciencia me tenéis a veces, lectores), no podemos dejarla de lado, aunque a la que voy a dar un buen repaso es a la Fase 2, que acabó con "Ant-Man", de la ya pudisteis leer mi propia reseña, y ya en ella abandonaba un poco mi repaso característico a la Fase 1 para comentar con mayor minuciosidad la historia comiquera de nuestro querido Scott Lang, segundo Hombre Hormiga tras Hank Pym, interpretado de forma magnífica en la cinta por Michael Douglas (Un día de furia, Instinto Básico). Vuelvo a lo que os decía más arriba. Otra de las razones por las que cada vez se hace más complicado reseñar lo que va sacando Marvel Studios es por la alta calidad de las mencionadas producciones, que parecen no tocar nunca techo, hasta el punto de que se hace difícil sacarles algún defecto, o al menos eso es lo que a mí me parece; recordemos que estas líneas que escribo no dejan de ser la opinión personal de un espectador como otro cualquiera. Pero creo que es verdad que si en la Fase 1 era más sencillo dilucidar si "Thor" era mejor o peor que "Iron Man", ahora se hace muy, muy complicado. ¿"Guardianes de la Galaxia" o "Capitán América: El Soldado de Invierno"? ¿"Los Vengadores: La era de Ultrón" o "Ant-Man"? Y eso teniendo en cuenta lo diferentes que son, cada vez más, las películas de Marvel Studios desde la Fase 2. No voy a negar que sigan unas pautas bien concretas, que contengan unas características que las hagan similares en el fondo (muy en el fondo) y que estén construidas mediante una formula precisas para que gusten a todo el público sin que en realidad sean filmes familiares y mucho menos infantiles. Precisamente, si algo ha demostrado Marvel Studios con la Fase 2 es que infantiles infantiles no son sus títulos, cada vez menos, a pesar de que conserven ese carácter de "para todos los públicos". Es evidente que no son los títulos de Marvel y Netflix, como "Daredevil" y "Jessica Jones", con sexo, sangre, tacos y situaciones psicologicamente adultas de por medio, pero tampoco se puede afirmar constantemente que tengamos entre manos producciones para niños. En "Iron Man 3", Iron Man atraviesa el pecho de uno de sus enemigos con un rayo de energía, al mismo tiempo que lo insulta de una manera no demasiado amable; "Capitán América: El Soldado de Invierno" no es sólo uno de los filmes de Marvel Studios más adultos que existen hasta el momento, sino del subgénero de cómics o superhéroes, con una trama típica de los thrillers de espías que no recomendaría a ningún niño; en "Thor: El mundo oscuro" no sólo hay muertes, sino miembros cercenados; "Guardianes de la Galaxia" sí que se acerca más al cine familiar, y aun así, lo primero que hace el villano de la función tras vestirse es destrozar con un gran martillo el cráneo de un enemigo captura; y poco más se podría añadir a "Los Vengadores: La era de Ultrón" y "Ant-Man", porque siguen el mismo camino. Si alguien quiere gore en un filme de Marvel Studios, propiedad de Disney, que se ponga una cinta de zombis, porque de eso no van este tipo de producciones, y no porque sean infantiles, ni mucho menos. Recordemos que, por ejemplo, los títulos de animación de Disney son más adultos que muchas películas que supuestamente lo son, y hablamos de filmes que a veces no contienen ni una sola gota de sangre.

Vuelve el Capitán América... y se ha traído a unos amigos


De nuevo, me estoy enrollando, o eso parece. Dejemos por el momento la madurez de la Fase 2 de Marvel Studios, y continuemos con los motivos que me hacen más difícil reseñar las películas de una de las productoras modernas más poderosas. No os preocupéis, que ya termino, porque me queda sólo una razón más, y es la gran cantidad de giros argumentales y sorpresas que llevan dentro las actuales producciones de Marvel Studios. No es que las de la Fase 1 no tuvieran, no, pero a partir de la Fase 2 está siendo algo brutal, y más con las que yo llamo películas-acontecimiento, las más grandes, donde todo cambia para el universo continuista de Marvel en la pantalla grande. Por ejemplo, "Ant-Man" no sería uno de esos filmes, pero sí "Los Vengadores: La era de Ultrón", y aunque "Capitán América: El primer vengador" iba más en la línea de la cinta sobre el Hombre Hormiga (prácticamente como todas las de la Fase 1), sus secuelas sí que han sido películas-acontecimiento, grandes blockbusters de Marvel Studios que pretenden ir más allá del objetivo de entretener, cumplir en taquilla y que pasemos un buen rato en la sala de cine. Es complicado reseñar filmes como "Capitán América: Civil War" por la gran cantidad de spoilers que podría ir soltando, y eso que no hablamos precisamente de una secuela de "Los Vengadores", ¿o tal vez sí? "Capitán América: El Soldado de Invierno", una de las mejores sorpresas que nos ha regalado Marvel Studios, parecía a ratos una "Los Vengadores 1.5", pero eso no significa que lo fuera, sino que simplemente lo parecía por la cantidad de invitados que tenía la historia, como la Viuda Negra, el Halcón y la presencia omnipotente de Nick Furia, por no hablar del cameo de María Hill. Al final, era una película del Capi, era una historia del Capi y el final era una colosal batalla en la que el Capi contaba con ayuda, pero en ningún momento sus compañeros le robaban el protagonismo. "Capitán América: El Soldado de Invierno" se atrevió a hacer lo que "Iron Man 3" no, es decir, usar la continuidad del universo de Marvel Studios para que en la cinta aparecieran los personajes de otras, ya fuera para ayudar al protagonista, para apoyarle o simplemente para dar muestras de que existen en el mismo mundo, algo que tiene bastante sentido. Con "Capitán América: Civil War" tenemos algo parecido pero a mayor escala, siendo uno de los filmes más ambiciosos de Marvel Studios, sólo comparable en este aspecto a las dos entregas de "Los Vengadores", y resultando un prólogo de lo que podría ser "Avengers: Infinity War", con todos los superhéroes de Marvel Studios unidos en una sola película, ¿o eran dos? Sea como sea, dada la gran cantidad de superhéroes en un solo filme, las sorpresas no pueden ser menos, y hay muchas que están incluso relacionadas con los propios personajes, así que Marvel Studios lo pone cada vez más difícil para realizar críticas sin soltar ni un solo spoiler. Aun así, me encantan los retos, así que no os preocupéis, porque os hablo de "Capitán América: Civil War" sin destriparos nada, y eso que hay giros por todas partes en una cinta donde las sorpresas son continuas, ¡y menudas sorpresas! Hay que admitir que en este aspecto, el título de los hermanos Russo (LAX, Finales Felices) supera a todos los estrenados por Marvel Studios, suponiendo al mismo tiempo un antes y un después para su universo cinematográfico como ya lo fueron "Los Vengadores", "Los Vengadores: La era de Ultrón" y "Capitán América: El Soldado de Invierno".

Como su predecesora, "Capitán América: Civil War" puede parecer a simple vista una "Los Vengadores 2.5", y es cierto que su trama principal podría quedar mejor en un filme de los Vengadores, en especial por el hecho de que se centra en cómo ve el mundo al equipo, qué lo mantiene unido y qué puede separarlo, pero al final lo que tenemos entre manos es una historia clásica del Capitán América, donde Bucky Barnes es el eje central, y lo que quiere Steve Rogers no es sólo que se haga justicia con él, sino recuperarlo más allá de su personalidad de Soldado de Invierno. Y es la presencia de Bucky lo que provoca que empiece la Guerra Civil, que da inicio tras la creación de los Acuerdos de Sokovia, provocados por el desastre narrado en "Los Vengadores: La era de Ultrón". Incluso el villano central de la cinta, que no señalaré con nombre y apellidos para no desvelar ninguna sorpresa, está relacionado con los Vengadores más que con el Capitán América, a pesar de que Bucky sea una pieza importante en sus planes... y hasta aquí puedo descubrir sin reventaros ninguna sorpresa. Como veis, la sensación de que estamos ante una secuela no oficial de las películas de Joss Whedon (Ángel, Firefly) es bastante fuerte y más real que con "Capitán América: El Soldado de Invierno", sólo que los hermanos Russo han sabido encajar la trama vengadora tan bien con la del Capitán América que el guión funciona como una máquina bien engrasada, a la perfección, prácticamente sin fisuras, a menos que el espectador las busque y tire de las que no hay. Ambos argumentos se retroalimentan, consiguiendo, por ejemplo, que Tony Stark sea coprotagonista, y no un robaescenas gracias al carisma de Robert Downey Jr. (Sherlock Holmes, Zodiac), terminando todo con el Capitán América y su relación con los Vengadores. Insisto, puede que muchos piensen que la historia de la Guerra Civil y los Acuerdos de Sokovia pegase más con un filme de los Vengadores, pero no hay que olvidar que los filmes del grupo se concentran en aquellas amenazas que superhéroes en solitario no pueden combatir, así que resulta bastante obvio que la trama se conecte con la búsqueda de Bucky por parte del Capitán América, donde lo dejamos al final de la anterior entrega. Eso sí, que "Capitán América: Civil War" tenga tanto de título de los Vengadores como del Capi ha dado lugar a discusiones y debates bastante curiosos de los que sacan conclusiones tan interesantes como la de aquellos que afirman que es hora de que Marvel Studios haga películas de sus sagas más famosas sin que ningún personaje sea protagonista o sin que se adhieran a la saga de alguno de ellos, o la de aquellos que comentan que es posible que veamos secuelas como "Iron Man 4" siguiendo la misma fórmula. Después de todo, ¿"Thor: Ragnarok" no va a mezclar una aventura del Dios del Trueno con la trama principal del cómic "Planet Hulk"? Parece que Marvel Studios ha elegido la segunda vía, pero yo no descartaría la primera. ¡Cómo molarían filmes de "Asedio", "Invasión secreta" y "Secret Wars"!

Tony Stark no va a pasar sus mejores días


Poco a poco nos acercamos a las entrañas de "Capitán América: Civil War". El siguiente paso es el de hablar de las dos fases que la preceden, ya que el filme de los Russo, como os decía antes, es el primero de la Fase 3 de Marvel Studios, que va a ser bastante movidita, muy ambiciosa y tendrá un clímax épico en todos los sentidos, puede que incluso con cambios de actores para sus personajes principales, lo cual lleva rumoreándose bastante tiempo, por lo que tomadlo como algo más que un cotilleo barato; al fin y al cabo, los contratos empiezan a finalizar, y algo hay que hacer al respecto. Dejando a un lado el futuro, y yendo al pasado, hablemos muy por encima de la Fase 1 de Marvel Studios, que no sólo sirvió para presentar a los personajes principales, sino para comprobar su impacto en los espectadores de todo el mundo (no sólo los comiqueros) y colocar las primeras piezas del universo compartido de la productora, algo que nunca antes se había hecho en el mundo del celuloide, al menos no de esta forma. Comenzar con "Iron Man" fue todo un acierto, ya que incluso hoy día continúa siendo uno de los filmes más sólidos de Marvel Studios, y el que, con una sola escena tras los créditos (qué pronto se convirtió en una tradición en estas películas), confirmó que tendríamos a los Vengadores en la pantalla grande, además de demostrarle a los fans de los cómics que lo que llevaban décadas disfrutando en las viñetas se iba a hacer realidad en los cines de todo el planeta; "El increíble Hulk" bajó un poco el nivel, es cierto, aunque sigue siendo muy reivindicable, a pesar de que sea el único filme de Marvel Studios que no haya tenido ni una sola secuela (algo que me parece no se va a volver a repetir jamás), pero lo que dejó bastante claro fue que lo de la continuidad no era cosa de una sola película, sino que iba a darse en todas las que estrenaran, lo cual era lógico si tenemos en cuenta que esos primeros personajes presentados por el estudio iban a confluir en "Los Vengadores", uno de los más ambiciosos blockbusters de todos los tiempos; pese a los evidentes fallos de "Iron Man 2", como ocurría con "El increíble Hulk", resulta un entretenimiento de primer nivel, lastrado por su concepción como prólogo de "Los Vengadores", con la Viuda Negra y Máquina de Guerra introducidos en la trama, algo curioso, porque los hermanos Russo no variarían demasiado esta fórmula en "Capitán América: El Soldado de Invierno", aunque con muchas menos bromas pasadas de rosca que las mostradas en la secuela de "Iron Man"; "Thor" fue la siguiente en llegar, funcionando a muchos niveles, sobre todo en espectacularidad, pero le faltaba ese componente que sí poseía "Iron Man", siendo al final sus mejores bazas los efectos especiales, la presentación de Asgard y otros mundos aparte de la Tierra, el verdadero avance de la trama del Teseracto (de la que ya intuíamos algo en "Iron Man 2") y la incorporación del grandioso Tom Hiddleston (Medianoche en París, La Cumbre Escarlata) como Loki, uno de los grandes villanos de Marvel Studios; retrocedíamos en el tiempo con "Capitán América: El primer vengador", una oda a los superhéroes pulp, un filme repleto de aventura que, precisamente, funcionaba como perfecta precuela de "Los Vengadores" (no es casualidad que acabe justo para dejar paso al filme de Whedon, y que su escena tras los créditos fuera un primer trailer del final de fiesta de la Fase 1 de Marvel Studios), además de redondear el argumento alrededor de lo que en los cómics conocemos como el Cubo Cósmico. Y entonces los Vengadores se unieron.

El sueño de millones de aficionados a los cómics se hizo realidad con "Los Vengadores" de Joss Whedon. Lo que parecía sólo fruto de la calenturienta imaginación de un comiquero cualquiera cuando vimos por primera vez a Wesley Snipes (Los blancos no la saben meter, Los Mercenarios 3) enfundarse la gabardina negra y esgrimir la espada para cazar vampiros, se convirtió en una realidad bien palpable durante 2012. "Los Vengadores" no sólo marcó un antes y un después en Marvel Studios, sino en la manera de concebir los blockbusters y, sobre todo, en el cine de superhéroes, un punto y aparte sólo comparable a lo sucedido tras los estrenos de "Superman", "Batman", "Blade", "Spider-Man 2" y la propia "Iron Man". Warner-DC se pusieron las pilas para que "El Hombre de Acero" se convirtiera en el inicio de su propio universo continuista, algo que llevaban tiempo queriendo realizar, pero con lo que nunca acertaban, ya fuera por el proyecto en concreto o por el momento; incluso la Universal resucitó a sus monstruos clásicos para producir películas de todos ellos en solitario, antes de que se unieran en una sola, con Van Helsing como protagonista humana; Sony no se quedó atrás, con planes para el universo arácnido de Spiderman, que lo llevarían no sólo a una nueva trilogía, sino a cintas spin-off como "Los Seis Siniestros" y "Veneno"; y hasta la Fox puso toda la carne en el asador con la preparación de "X-Men: Días del futuro pasado", donde todos los mutantes de su universo cinematográfico se unían en una sola historia. Algunos de esos proyectos salieron a las mil maravillas, otros prosiguen su ascenso y unos pocos se quedaron en la cuneta, como las ambiciones de Sony con Spiderman, que al final ha acabado en Marvel Studios, como luego comentaremos. La Fase 1 de Marvel Studios no pudo tener mejor final, con la unión de todos los personajes presentados, dispuestos a parar una amenaza tan poderosa que por sí solos eran incapaces de combatir, eso sí, después de resolver ciertas rencillas, algo muy de los cómics, especialmente de los clásicos, cuando los héroes todavía no se conocían tan bien como en las historias actuales. La obra cumbre de Joss Whedon en la pantalla grande es perfecta en todos los sentidos, siendo su mayor defecto un traje para el Capitán América que no terminaba de encajar del todo con el casco puesto, y cuando un detalle como ese es lo peor que se le puede achacar a una película, es que los mecanismos de la productora para que sea lo que muchos imaginamos que sería funcionaron al dedillo. "Los Vengadores" no es sólo cine, sino cine-espectáculo del mejor, convirtiéndose rápidamente no sólo en la mejor producción del estudio, sino la mejor de la mejor entre las películas de superhéroes, con permiso de alguna que otra entrega del Batman de Christopher Nolan (Origen, Interstellar), aunque donde este Caballero Oscuro adquiría las características del cine del director, "Los Vengadores" era puro cómic en movimiento, y ¿no es eso lo que buscamos muchos amantes de las viñetas cuando vamos al cine a disfrutar de un filme de superhéroes? O uno comiquero, aunque no sea de tipos en mallas. Y "Los Vengadores" lo consiguió. Todavía hoy, y a pesar de la sana competencia que tiene en su propia casa, el filme de Whedon se cuenta, si no en el primer puesto, si entre los cinco primeros. Yo la sigo teniendo en muy alta estima, si os soy sincero, a pesar de la gran calidad que atesoran "Guardianes de la Galaxia" o "Capitán América: El Soldado de Invierno".

Soldado, víctima, asesino y, finalmente, Soldado de Invierno


Era evidente que Marvel Studios no iba a quedarse ahí. Tras romper récord tras récord con el estreno de "Los Vengadores", y contando con el beneplácito de crítica y público, los ambiciosos planes de la productora para la Fase 2 no sólo pasaban por presentarnos a más personajes para ir engordando la plantilla de sagas, sino por llevar más allá a los que ya estaban más que asentados, y ofrecernos cintas de mayor calidad. ¿El baremo? "Los Vengadores", así de claro, y las nuevas películas debían quedar, al menos, en la mitad de calidad que ésta. Marvel Studios también acogió a nuevos directores y realizadores con puntos de vista tan rompedores como diferentes a los anteriores, aunque eso sí, siempre teniendo en cuenta que estaban formando parte de un equipo, y que los filmes que hacían tenían que mantenerse unidos, como piezas de un mismo puzle, lo que llevó a algunas decisiones controvertidas, pero lógicas si tenemos en cuenta que Marvel Studios, por el momento, había demostrado con creces que sabía lo que se hacía. Las dudas no entraban en el paquete, y mucho menos los individualismos. El estudio dejaba manga ancha a sus realizadores, siempre con que tuvieran en cuenta que su trabajo formaba parte de algo mayor, mucho mayor. Por si eso no fuera suficiente, no se conformaron sólo con realizar una nueva tanda de títulos de superhéroes, sino que mezclaron este subgénero con otros distintos, dando lugar a cintas la mar de interesantes, provocando que la Fase 2 alcanzara un nivel impensable a pesar de los excelentes resultados de la Fase 1. Ahí teníamos la muy criticada "Iron Man 3", que era una buddy movie con tintes ochenteros y acción a la "antigua", con menos chistes de los que la gente percibió y más madurez de la que aparentaba. Si "Iron Man 2" servía de prólogo a "Los Vengadores", o al menos de bisagra con el resto de filmes de la Fase 1, "Iron Man 3" era una especie de epílogo, algo similar al día después del desastre, aunque la historia se contase un tiempo después de la invasión chitauri. Como si la película preparase el camino a las demás, al mismo tiempo que nos contaba la situación post-Loki, veíamos que Tony Stark sufría fuertes ataques de ansiedad después de haber casi muerto durante la batalla final en Nueva York, siendo "Iron Man 3" una forma de destruirlo y reconstruirlo. Como dice el propio Stark al final de la cinta, siempre había estado en una crisálida, de la que salió después de su enfrentamiento con el Extremis y el Mandarín. Curado de su dolencia, comprendiendo que bajo la armadura siempre sería Iron Man, incluso sin ella, y teniendo claro que ante todo es un inventor, un hombre del futuro, el mañana se abría ante Tony como algo nuevo repleto de oportunidades, cuando en realidad, como vemos en "Capitán América: Civil War", es todo lo contrario. Si os soy sincero, adoro "Iron Man 3", y no podría darle menos importancia al tema Mandarín, por no hablar de que ni es una comedia ni mucho menos una patochada. A nivel espectáculo, "Iron Man 3" es una de las mejores producciones de Marvel Studios, y un excelente inicio de la Fase 2. Lo mejor estaba todavía por llegar.

"Iron Man 3" nos dejaba muchas promesas para una supuesta "Iron Man 4" para la que todavía Marvel Studios no ha encontrado tiempo, y es posible que cuando suceda no sea con Robert Downey Jr. y se convierta en algo más parecido a "Capitán América: Civil War" que a un filme con Iron Man como único protagonista; recordemos que en el cierre de la trilogía, no sólo contaba con la ayuda de Iron Patriot, sino con la de todas sus armaduras a la vez, dando lugar a una de las escenas más épicas que ha parido Marvel Studios. La siguiente producción de la Fase 2 no podía estar más alejada de "Iron Man 3", cambiando tecnología por magia, y mezclando esta vez el cine de superhéroes con la mejor fantasía épica, siendo "Thor: El mundo oscuro" una mezcla de la primera entrega con el tono de "Juego de Tronos", algo nada casual si tenemos en cuenta que su director venía de la popular serie televisiva. Esta secuela mejoraba a la "Thor" original, siendo más seria, yendo más lejos y dándole más protagonismo al robaescenas de Loki, que por entonces ya se posicionaba no sólo para protagonizar su propia película, sino también para formar parte, de alguna forma, de los Vengadores en un futuro no demasiado lejano. Esta vez no es el villano, sino un antihéroe con todas las de la ley, que actúa junto a Thor para evitar que un objeto de gran poder caiga en manos de un poderoso y vengativo elfo oscuro. Si "Iron Man 3" era el día después de "Los Vengadores" para los seres humanos de a pie, "Thor: El mundo oscuro" lo era para la parte más cósmica de la historia, hasta el punto de que continuaba muchas de las tramas abiertas en el filme de Whedon, y no sólo con respecto al destino de Loki, Thor y Asgard, sino también con las Gemas del Infinito, presentadas aquí en sociedad con nombres y apellidos, aunque ya las habíamos visto en "Los Vengadores", en concreto, dos, pero sólo una era la verdadera protagonista de aquella historia, contenida en el Teseracto que ansiaba Thanos, el Titán Loco, como conocíamos en una de las escenas post-créditos del clímax de la Fase 1 de Marvel Studios, una de las mejores de toda la productora. El final de "Thor: El mundo oscuro" no se quedaba atrás, abriendo todo un abanico de posibilidades que, por ahora, no se han tratado, siendo reservadas para la Fase 3 que inicia "Capitán América: Civil War", teniendo que esperar a "Thor: Ragnarok" para descubrir qué ocurre con ese impactante final.

Steve y Tony teniendo algo más que palabras


La Fase 2 nos había dado hasta el momento las continuaciones esperadas de filmes más que estrenados, terminando en el caso de Iron Man su trilogía (¿primera trilogía?) y con una secuela directa en el caso del Dios del Trueno. ¿Cuál iba a ser el siguiente paso? El evidente, continuar con las aventuras del Capitán América, y ahí vino una de las más grandes sorpresas de esta segunda fase de Marvel Studios, porque "Capitán América: El Soldado de Invierno" superó todas las expectativas posibles. No había muchas, eso es cierto, dado que "Capitán América: El primer vengador", aunque entretenida, no era la octava maravilla del estudio, pero nadie estaba preparado para el traslado al celuloide de una de las mejores piezas argumentales que ha tenido el personaje en sus cómics en los últimos años. Sí, la historia nos hablaba del día a día del Capitán América tras el asunto de "Los Vengadores", pero lo que en realidad nos contaba era cómo se estaba adaptando al tiempo presente, a la vez que nos mostraba cómo era su posición en SHIELD, siendo uno de sus principales activos. Steve Rogers, un hombre fuera de su tiempo, intenta acostumbrarse a cómo SHIELD hace las cosas, a cómo el mundo ha cambiado de blancos y negros a grises, en una historia de espías lejana a las consecuencias tanto cósmicas como mundanas de "Los Vengadores". Se podría decir que "Capitán América: El Soldado de Invierno" se interna más en la red de SHIELD que creó a los Vengadores, siendo más un filme CON superhéroes que DE superhéroes. Para recordar todavía más a esos thrillers políticos de espías tan en boga en los 90, teníamos de secundario de lujo nada más y nada menos que a Robert Redford (Dos hombres y un destino, Memorias de África), consiguiendo la cinta así por completo su propia identidad, muy diferente a la de "Iron Man 3" y "Thor: El mundo oscuro", y ni hablemos de la primera entrega de las andanzas cinematográficas del Capi. La trama mezclaba el regreso de Bucky Barnes, gran amigo de Steve Rogers, como el siniestro Soldado de Infierno, un mortal asesino con la mente borrada, programado para obedecer las órdenes de Hydra, la organización terrorista nazi a la que se enfrentó el Capitán América en su primera película de Marvel Studios, y uno de los grupos villanescos más importantes de los cómics Marvel. Y ahí radicaba la otra parte del argumento, precisamente, el que nos daba la sorpresa del siglo a los espectadores, porque Rogers, junto a la Viuda Negra, descubría, tras el asesinato de Nick Furia, que SHIELD era en realidad Hydra, siendo controlada casi al completo por estos asesinos desde poco después de la Segunda Guerra Mundial, tras la desaparición de Cráneo Rojo, quien creó a la organización en los filmes. "Capitán América: El Soldado de Invierno" trastocó con ese secreto no sólo a quienes la disfrutamos, sino también al universo compartido de Marvel Studios, cambiándolo todo como ya lo había hecho antes "Los Vengadores". Pero si ésta era un final de fase, la cinta del Capi no lo era, sino una secuela donde todo se convertía en mucho mejor de lo que habíamos visto en "Capitán América: El primer vengador", incluyendo a un Chris Evans (Gente poco corriente, Push) que hacía completamente suyo el papel del líder de los Vengadores, con unas escenas de acción espectaculares a más no poder y un guión que funcionaba con la precisión de un reloj suizo. Para más inri, tal y como ocurrió con Jon Favreau (Chef, El libro de la selva), los hermanos Russo venían del campo de la comedia, ¿cómo habían podido parir un filme de tanta calidad y seriedad con un personaje que no levantó precisamente pasiones con su primera incursión cinematográfica en el universo de Marvel Studios? Para completar el sobresaliente alto de la producción tuvimos dos escenas tras los créditos; una nos mostraba que Bucky comenzaba a recordar su pasado, mientras que la otra era una presentación de "Los Vengadores: La era de Ultrón", dejándonos ver brevemente a los Gemelos, o lo que es lo mismo, a Mercurio y la Bruja Escarlata.

 Sin embargo, no, la siguiente película de Marvel Studios no fue la secuela de "Los Vengadores", sino otra de las grandes sorpresas que nos daba la productora en su Fase 2. Como si de repente fuera adicta al riesgo, nos trajo un filme protagonizado por un grupo de rebeldes intergalácticos entre los que contábamos a Drax el Destructor, Gamora hija de Thanos, un mapache con mala leche y muchas armas, y un árbol alienígena que se convertía de la noche a la mañana en una de las mascotas favoritas de Marvel para propios y extraños. Por si no hubiera sido suficiente con saltar al vacío casi sin red con Iron Man y Thor, Marvel Studios puso un par de charcos en la piscina de cemento en la que se arrojó, y para sorpresa de todos, no sólo no le dolió el salto, sino que se remojó tan a gusto que los listillos que vaticinaron su primer gran fracaso no sólo tuvieron que cerrar el pico durante una buena temporada, sino que tardarían en volver a abrirlo. "Guardianes de la Galaxia" fue uno de los grandes taquillazos del 2014, y un título que encandiló a crítica y público en todos los sentidos, una divertida space opera (cambiamos de nuevo de subgénero) que metió a Mapache Cohete y a Groot, personajes que eran desconocidos incluso para los muy fans de los cómics, en los hogares de todo el planeta, siendo el filme el primero de la productora que alcanzaba tal éxito con protagonistas que eran tan, tan, tan secundarios como el Blade en cuya piel se metió Wesley Snipes. Con "Guardianes de la Galaxia", un blockbuster que seguía las pautas de "Los Vengadores" aunque yendo más allá en ciertos momentos, nos trasladábamos al espacio, al cosmos, nos alejábamos de la Tierra para descubrir que todo el asunto de las Gemas del Infinito y la invasión chitauri tenía más entre bambalinas de lo que pensábamos, pudiendo contemplar por primera vez a Thanos más allá de breves escenas post-créditos. Siento repetirme, pero en "Guardianes de la Galaxia" todo funciona a la perfección, y si hay hoy día una película capaz de alzarse con la medalla de oro a mejor filme de Marvel Studios, por encima de "Los Vengadores", esa es ésta, con un equipo repleto de personajes carismáticos, una trama divertídisima, una banda sonora repleta de éxitos que nos tocan el corazoncito y unos efectos especiales para no dejar de babear. "Guardianes de la Galaxia" sabe tocar el alma del espectador de múltiples maneras, y si alguien afirma que está hecha en los 80 a muchos otros no les extrañaría. Las conexiones con el resto de películas de Marvel Studios se encontraban con el tema de las Gemas del Infinito, preparando el terreno para la llegada de Thanos, y dándonos detalles que explosionarán en "Los Vengadores: La era de Ultrón", que llegaría meses después, y que no dejaría un sabor de boca tan agradable, suponemos muchos por el hecho de que sobre ésta ya había expectativas, y en cambio "Guardianes de la Galaxia" partía de cero en todos los sentidos. Ni Pantera Negra, ni Doctor Extraño, ni el Hombre Hormiga, ni Ms. Marvel, ni el Caballero Luna consiguieron producción propia antes que Mapache Cohete, Starlord y Groot, algo bastante sorprendente, pero al mismo tiempo lógico si tenemos en cuenta todo el buen material que posee la editorial Marvel como para continuar adaptando siempre el más conocido, algo que parece estar aprendiendo DC con ejemplos como el de "Escuadrón Suicida". Si antes os hablaba de lo curioso que resulta que directores como Favreau y los Russo se hagan cargo de títulos mega-taquilleros, ¿qué pensáis si os recuerdo que James Gunn (Super, Movie 43) hizo sus primeros pinitos en la Troma, la productora de cine de terror y fantástico de serie Z? De la Troma a Marvel Studios para ofrecernos con ésta una de sus mejores películas. Casi nada.

Calavera, o el inicio del desastre


Tuvimos el regreso de Joss Whedon y los Vengadores en la estupenda "Los Vengadores: La era de Ultrón", la cual creó algún que otro bando en contra, como he dicho antes, por las expectativas creadas por la primera parte, bastante altas, y sobre todo por los problemas que tuvo el realizador con el montaje final, a causa del cual tuvo que luchar tanto con Marvel Studios que acabó tan cansado que dejó la familia cinematográfica de la Casa de las Ideas, ocupando su puesto los hermanos Russo, quien tan buenos resultados habían dado con "Capitán América: El Soldado de Invierno". Sin embargo, cuando se estrenó la secuela de "Los Vengadores", Whedon todavía era el ojito derecho de Marvel Studios, y eso se nota a la hora de llevar a los héroes más allá de la dirección que llevaba la anterior cinta. El creador de Buffy, la cazadora de vampiros, ya afirmó durante las entrevistas realizadas a partir de "Los Vengadores" que pensaba en algo más íntimo para la segunda parte, y cumplió con creces, no sólo presentando a Ultrón, el "hijo" de Tony Stark, sino que además nos dejaba escenas para el recuerdo como diálogos más personales entre los protagonistas y partes como las de la granja y la fiesta en la Torre Stark, que parecen sacadas directamente de los cómics del equipo, donde sus integrantes se reúnen para tomar algo, ya estén en la mansión o la torre del genio inventor. La última media hora del filme es espectáculo cinematográfico del mejor en estado puro, de nuevo con el supergrupo reunido (además, con las nuevas incorporaciones) luchando contra Ultrón y todas sus creaciones, dándonos Whedon, otra vez, una de las mejores peleas superheroicas del subgénero. Es cierto que tras "Guardianes de la Galaxia" sabe a poco esta secuela, o como mínimo a menos, aunque siempre seré muy defensor de "Los Vengadores: La era de Ultrón", considerándola en algunas partes mejor que "Los Vengadores", pero la primera es la primera, y es complicado situarse al mismo nivel que la obra maestra de Joss Whedon en la que se reunían por primera vez algunos de los más poderosos héroes de Marvel.  Por si fuera poco, "Los Vengadores: La era de Ultrón" conectaba todos los temas tratados en las películas precedentes, como por ejemplo, la idea de las Gemas del Infinito (se nos descubría otra que ya se veía venir), con nuevo cameo de Thanos incluido, sin dejar de lado la caída de SHIELD; precisamente, el inicio de la cinta nos muestra a los Vengadores enfrentándose a lo poco que queda de Hydra tras un tiempo combatiéndolos, demostrando a la vez que ya no respondían ante SHIELD, sino que iban por cuenta propia, con Tony Stark como el hombre que los financia, a pesar de que el líder absoluto sea el Capitán América. La Bruja Escarlata, Mercurio y la impresionante incorporación de la Visión nos mostraba que el equipo iba a continuar creciendo, y de qué manera, algo esperado si tenemos en cuenta que en "Avengers: Infinity War" llega Thanos, y tendrán que hacerle frente todos juntos, y cuando digo todos es TODOS.

"Los Vengadores: La era de Ultrón" siempre estuvo pensada para ser el final de fiesta de la Fase 2 de Marvel Studios, y es algo que se nota por la evolución del grupo, con esos Nuevos Vengadores al final de la película y la promesa de un largo debate sobre qué hacer con la gente potenciada tras el desastre de Sokovia. "Ant-Man" iba a ser el primer ladrillo de la casa de la Fase 3 de la productora, pero por sorpresa, y casi en el último momento, acabó como el epílogo de la Fase 2, lo que sentó tan bien a ésta como a la propia película. El filme centrado en el Hombre Hormiga (o los Hombres Hormiga) era un cierre genial a la maravillosa segunda fase en los planes del estudio, un epílogo que nos mostraba el mundo tal y cómo se encontraba tras la completa disolución de SHIELD y el tremendo desastre en Sokovia, uniendo detalles y conceptos de todas las demás cintas previas. Por ejemplo, veíamos que los Nuevos Vengadores estaban ya activos, "mansión" incluida; mediante diferentes flashbacks regresamos a la SHIELD en sus mejores tiempos; las menciones a Tony Stark son tan variadas que incluso tenemos una aparición de su padre; Hydra también tiene su dosis de protagonismo, aunque mucho menor que en anteriores filmes; y para rematar, contiene algún que otro detallito hacia el lado más cósmico de Marvel, siendo en este caso ideas sobre el micro y macroverso que sólo pillarán del todo los muy avezados seguidores de la editorial. ¿Con qué género jugueteaba "Ant-Man" si tenemos en cuenta que las cintas precedentes mezclaban los superhéroes con otros? Nada más y nada menos que con las películas de atracos, siendo otra de las sorpresas de Marvel Studios, no tan grande como "Capitán América: El Soldado de Invierno" o "Guardianes de la Galaxia", pero sí superando las bajas expectativas que muchos pusieron sobre ella al tratarse de un personaje que, o eso pensaban, no iba a quedar tan espectacular en la pantalla grande como Iron Man, Thor o Hulk. Craso error, y de los gordos. "Ant-Man" es puro cómic, es entretenida a más no poder, nos presenta a un Scott Lang que bien podría ser el equivalente de Marvel Studios a Peter Parker (recordemos que el filme se hizo cuando todavía la productora no había recuperado en parte los derechos de nuestro trepamuros favorito) y tiene grandes dosis tanto de comedia como de ciencia-ficción de lo más ochentera. Pese a que nos encontramos ante otro de los títulos más arriesgados de la compañía, y empezó dubitativamente, logró no sólo grandes críticas, sino superar la taquilla de filmes como "El increíble Hulk", "Thor" y "Capitán América: El primer vengador", creando una nueva franquicia (o eso se espera) para Marvel Studios, creando a un nuevo vengador para unirse a los futuros proyectos relacionados con el grupo y consiguiendo situar al carismático Paul Rudd (Mal ejemplo, La cena) como un nuevo héroe de acción entre Tony Stark y Peter Parker, con quienes comparte las mejores escenas de "Capitán América: Civil War". Y todo esto lo consiguió un personaje que no sólo planteaba numerosas dudas por sus poderes (que al final quedan tan épicos en pantalla grande como los de Thor o Hulk, eso sí, a su manera), sino que lleva siendo uno de los proyectos de Marvel Studios desde sus inicios. Al principio, "Ant-Man" tenía que llegar con los primeros héroes como Iron Man y Capitán América, formando buena parte de la Fase 1, lo que no ocurrió debido a diferentes problemas con los directores, guionistas y enfoques que se fueron dando, acumulando retraso tras retraso. Famosas son ya las idas y venidas con Edgar Wright (Arma Fatal, Bienvenidos al Fin del Mundo), cuya marcha presagiaba una decepción absoluta para todos con "Ant-Man", lo cual no ocurrió en absoluto. Eso sí, la película se aleja de los ambiciosos planes que presentaban sus hermanas, volviendo a la sencillez de "Iron Man" y "Thor", en especial de la primera, con la que guarda muchos puntos en común, y no me refiero sólo a todo el tema de la empresa de Hank Pym y el tipo de villano que representa Darren Cross. En definitiva, tras tanta película-espectáculo hacía falta un título como "Ant-Man", sobre todo para dar un tranquilo final a la Fase 2 de Marvel Studios, y que nos sirviera de descanso para los fuegos artificiales que encontramos en "Capitán América: Civil War". Tranquilos, que la productora tomó buena nota de ello, y "Doctor Extraño" ha resultado ser un filme tan espectacular como tranquilo en lo que respecta a cruces y grandes eventos en el universo cinematográfico de Marvel, pero mejor no adelanto nada.

El Hombre Hormiga toma partido en la Guerra Civil


Antes de pasar a sumergirnos tanto en "Capitán América: Civil War" como en el cómic que adapta (muy libremente en ciertos aspectos, y muy al dedillo en otros), me gustaría detenerme en otros títulos de Marvel en el mundo del celuloide que suelen pasar desapercibidos en la mayoría de críticas de las películas recién estrenadas. Entono el mea culpa, ya que también he ignorado esos títulos, pero creo que es el momento de pararnos en ellos. Y es que Marvel aprovechó la Fase 2 de sus producciones cinematográficas no sólo para ampliar su universo en la gran pantalla, tanto a nivel de cantidad y calidad, sino para explotarlo también en la pequeña pantalla, creando dos tipos de series tan diferenciadas como similares, las dos caras de una misma moneda con la cara de Stan Lee (Los Vengadores, Spiderman) grabada en ella. La primera de ellas surgió cuando Ultrón aterrorizaba las pantallas de cine, y es la unión entre Marvel y Netflix para ofrecernos series adultas, violentas y dirigidas a un público maduro, centradas en los héroes más urbanos de la Casa de las Ideas, aquellos que no se andan con tonterías, que en ocasiones son tan heroicos como expeditivos, que se ensucian las manos y que no nos salvan de amenazas alienígenas, sino de delincuentes, criminales, ladrones, extorsionadores, violadores y calaña de la peor ralea. Os hablo de personajes con los que ya han intentado realizar proyectos cinematográficos, y en algunos casos lo han conseguido, como con Daredevil y Punisher, en el primer caso con una película protagonizada por Ben Affleck (Perdida, Batman v Superman: El amanecer de la justicia) que iba en camino de convertirse en trilogía, y en el segundo caso con nada más y nada menos que tres filmes diferentes, siendo uno de los personajes comiqueros que más veces ha pasado por la gran pantalla. La gracia del asunto es que este proyecto, que está dando lugar a series de una calidad asombrosa que reciben elogios de todo tipo, también está dividido por fases, siendo la actual la Fase 1, que culminará con "Los Defensores", sí, una miniserie de ocho capítulos donde los protagonistas de estas primeras temporadas se unirán contra un enemigo común. Por ahora, tenemos dos temporadas de "Daredevil", a cada cual mejor; una de "Jessica Jones", de bastante calidad a pesar de algún que otro altibajo; una de "Luke Cage", para mi gusto la más floja hasta el momento, y aun así de notable para arriba; y una para "Puño de Hierro", cuyos avances prometen que será tan diferente como buena. ¡Ah! Y no olvidemos una temporada al menos de "Punisher" tras "Los Defensores", conseguida gracias al buen hacer de Jon Bernthal (The Walking Dead, Sicario) en la piel de Frank Castle durante la segunda temporada de "Daredevil", lo cual se veía venir si tenemos en cuenta lo propicio que resulta el personaje para una serie de televisión. Para el futuro no sólo hay confirmaciones de una tercera temporada para el Diablo Guardián y una segunda para la investigadora privada de Alias, sino promesas de una primera para personajes como Blade y el Caballero Luna; olvidaos de aquel proyecto de Hulk con Guillermo del Toro (Mimic, Hellboy) de por medio, y me parece que también del dedicado al Motorista Fantasma, y ahora os explicaré la razón para lo de éste último. Sea como sea, las series paridas entre Marvel y Netflix sí están conectadas al universo cinematográfico de Marvel Studios, aunque no se están explotando del todo dichas relaciones, sólo de pasada con comentarios hacia el Incidente de Nueva York, mucho más en "Luke Cage", donde las armas creadas por Justin Hammer forman parte de la trama central. Da la sensación de que los responsables de estas series no quieren que dependen demasiado de las películas, pero también parece que, tarde o temprano, los personajes de ambas se cruzarán de alguna manera. Habrá que esperar a la Fase 2 para comprobarlo. Por el momento, no molesta que Marvel y Netflix sigan su propio camino, sin olvidar a que universo pertenecen los personajes que utilizan de formas tan magníficas.

La segunda cara de la misma moneda nos la ofrece la cadena ABC con la serie "Agentes de SHIELD", precisamente la primera que saltó al ruedo y que tenía que ver con el universo cinemático de Marvel Studios. Creada por Joss Whedon, quien dirigió el primer capítulo, la producción se centra, como su título indica, en la agencia SHIELD, concretamente en un grupo de agentes liderados por el agente Phil Coulson, mano derecha de Nick Furia como veíamos en la Fase 1 de Marvel Studios, al menos hasta que Loki lo asesinó por la espalda, siendo su muerte el principal motivo de que los Vengadores se unieran para, sí, vengarla, cosa que hicieron con creces. La primera temporada de "Agentes de SHIELD" nos llegó con la Fase 2 de Marvel Studios recién empezada, y empezó fuerte no sólo al tratar los acontecimientos tras la batalla en Nueva York, sino al contener detalles bastante interesantes sobre el Extremis visto en "Iron Man 3". Por si eso fuera poco, hubo un capítulo entero dedicado a un cruce con "Thor: El mundo oscuro", y el final de la primera temporada dio la vuelta por completo al mundo de Coulson y compañía al descubrir todos que en realidad siempre habían trabajado para Hydra, después de las revelaciones de "Capitán América: El Soldado de Invierno", alcanzando la serie una calidad que muchos no creían posible cuando se inició. A partir de entonces, las conexiones directas con las películas de Marvel Studios fueron menores, pero fluyeron mucho más que las de las series creadas por Marvel y Netflix. Por ejemplo, las menciones a los Vengadores son continuas en "Agentes de SHIELD"; los cameos de Nick Furia, María Hill e incluso de personajes como Lady Sif no se hacen esperar; algunos de los movimientos de los personajes se confirman en los filmes de Marvel Studios, como la recuperación del primer helitransporte de SHIELD para salvar a los damnificados de Sokovia por el ataque de Ultrón; y, por supuesto, el final de la tercera temporada y el principio de la actual cuarta tienen como trasfondo "Capitán América: Civil War", o lo que es lo mismo, los Acuerdos de Sokovia que dan lugar al enfrentamiento entre superhéroes. Antes os señalaba al Motorista Fantasma como personaje al que Marvel y Netflix no van a tocar, y eso es porque es una de las estrellas de la cuarta temporada de "Agentes de SHIELD", en su personalidad de Piloto Fantasma (en España), y con resultados tan satisfactorios que la ABC ya está pensando en darle su propia serie, al no salir adelante algún que otro spin-off anterior como el que se planeaba para los personajes de Bobbi "Pájaro Burlón" Morse y el ex-mercenario Hunter, dos de los mejores personajes de la serie. Mejor suerte corrió "Agente Carter", el spin-off protagonizado por Hayley Atwell (Black Mirror, Cenicienta) de vuelta en su papel de Peggy Carter, el fuerte interés romántico del Capi en "Capitán América: El primer vengador", y a la que vimos bastante enferma en "Capitán América: El Soldado de Invierno". Lo de buena suerte es a medias, porque tras dos temporadas la serie fue cancelada, aunque antes nos dejó muchos momentos para el recuerdo, como la inmersión en el pasado de SHIELD, cuando todavía no era SHIELD y tras los acontecimientos del primer filme centrado en Steve Rogers, o la presencia habitual de Howard Stark, los enfrentamientos contra Hydra y otras organizaciones criminales de los cómics Marvel, o el estupendo descubrimiento del auténtico Jarvis, más allá del tecnológico que se nos presentó en "Ion Man". "Agentes de SHIELD" es una serie que ha ido de menos a más, con unos primeros capítulos bastante flojos hasta episodios verdaderamente sobresalientes, y en especial muy comiqueros, como toda la trama con los inhumanos o la presencia de Colmena como gran villano de la tercera temporada. Sí, soy gran defensor de la serie protagonizada por el agente Coulson, uno de los mejores personajes que ha parido Marvel Studios, nunca antes visto en los cómics e interpretado genialmente por Clark Gregg (Asfixia, Mucho ruido y pocas nueces), cuya resurrección fue una de las tramas más importantes de la primera temporada de una serie muy criticada por entonces, pero que desde aquellos tiempos ha cambiado bastante... a mejor, por supuesto, convirtiéndose en parte de la gran maquinaria de Marvel Studios, un apoyo tremendamente disfrutable, sobre todo si sois fans de las películas.

Natasha, dividida por la lógica y los sentimientos


Y ahora sí, después de este largo repaso, y muy agradecido si todavía seguís ahí, ahora nos metemos de lleno en "Capitán América: Civil War", para hablar del filme sin ningún tipo de spoiler de por medio. Tenemos entre manos una película que vuelve a poner muy alto no sólo el listón de Marvel Studios, sino el de las producciones comiqueras, en concreto, las de superhéroes, que son las que más abundan. Y eso ocurre precisamente en un año, el 2016, que ha sido de los más prolíficos en cuanto a títulos centrados en este subgénero. Desde "Deadpool" hasta "Doctor Extraño", pasando por "Batman v Superman: El amanecer de la justicia", "Escuadrón Suicida", "X-Men: Apocalipsis" y "Ninja Turtles: Fuera de las sombras", y la cinta protagonizada por el Capi ha sabido destacar entre todas ellas, llevándose la medalla de oro para quien esto escribe junto al estreno de Stephen Extraño en la pantalla grande. Sin contar todos los superhéroes que ha ido apareciendo en televisión, hay que reconocer que en Marvel Studios han sido muy inteligentes al colocar a los hermanos Russo como sus principales artífices de los futuros proyectos más ambiciosos, como las próximas películas centradas en los Vengadores. Repetir el éxito de "Capitán América: El Soldado de Invierno" no era fácil, y menos superarlo en ciertos aspectos, porque es verdad que ésta era más contenida que "Capitán América: Civil War", pero la tercera entrega es más espectacular, y prácticamente una extensión de lo que vimos en la anterior, con más cómic de por medio, y aquella ya tenía bastante, sí. Ese tono serio que propagan los Russo por todo el metraje, mezclado con la espectacularidad de las dos cintas de vengadores de Joss Whedon, sujeto todo con un guión de lo más sólido (vale, el de la anterior entrega lo era más), con los grandes añadidos comiqueros y las continuas sorpresas, colocan a esta Guerra Civil entre superhéroes en lo más alto del podio de las producciones de Marvel Studios, y a estas alturas no es que no sea poco, es que es mucho. Para ello, además, se toma una de las historias más importantes de los últimos años de las viñetas de la Casa de las Ideas, una historia que fracturó en dos su universo, llegando a enfrentar a familiares, compañeros y amigos por el Acta de Registro de Superhumanos, que obligaba a todo vigilante, justiciero y superhéroe no sólo a registrarse y desvelar su identidad civil, sino a trabajar para el Gobierno de los Estados Unidos si quería continuar usando sus poderes como hasta el momento, y quien dice poderes dice tecnología, habilidades sobrenaturales, técnicas de ajusticiamiento y cualquier otra característica que lo destacase como un luchador enmascarado. Sí, los supervillanos también estaban incluidos.

"Civil War", la original "Civil War" (dado que en este 2016 se ha publicado su secuela en los cómics), nació a partir de una idea de Brian Michael Bendis (Daredevil, Alias) que iba a darse en la colección regular de los Nuevos Vengadores que él había ayudado a crear por entonces. El guionista, responsable de colocar a los Vengadores de nuevo como los personajes más importantes de la editorial, y sus colecciones como la columna vertebral de la misma, pensó en un arco argumental donde el equipo se enfrentara a SHIELD debido a una trama sobre un acta de registro y la obligación de los héroes de desvelar sus identidades secretas a las autoridades. Se lo comentó a Mark Millar (The Ultimates, Kick-Ass), en ese momento muy ligado a Marvel, y todo se terminó de concretar cuando Jeph Loeb (Batman: Silencio, Hulk), experto en historias épicas y los invitados especiales en las series que ha ido escribiendo, opinó que un enfrentamiento entre los Vengadores y SHIELD no generaría el suficiente interés, por lo que el paso lógico sería enfrentar a los Vengadores contra el resto de héroes, o lo que es lo mismo, héroes contra héroes a lo grande, en el proyecto más ambicioso de Marvel hasta la fecha, sin contar las clásicas "Secret Wars", donde un grupo de los más poderosos y populares superhéroes de la editorial se enfrentaba a un grupo de villanos similares en un planeta alienígena a causa de los designios del Todopoderoso, una omnipotente criatura que, como si fuera un niño manejando unos muñecos, quería comprobar qué era más poderoso, si el bien o el mal, ¿y  qué mejor para ello que un combate de tales características? Los tiempos de "Civil War" eran tiempos ordenados, en los que Marvel seguía una dirección y unas historias que han dado lugar a las que leemos estos días, tiempos en los que los eventos estaban más concentrados, aunque desde entonces pasamos de uno a otro a tal velocidad que no son pocos los lectores que han terminado tan cansados como hartos de que no se les saque del todo provecho en cuanto a sus consecuencias, como si al acabar uno en Marvel ya estuvieran ansiosos por el siguiente, cuando deberían dejar tiempo para saborear lo que viene después. Por entonces, habíamos tenido "Secret War" y "Dinastía de M", dos sagas-eventos que le daban verdaderas vueltas al estatus del universo Marvel, la primera por introducir el espionaje y las conspiraciones en el entorno de los superhéroes, con ese Nick Furia desapareciendo tras jugar con las mentes de algunos, además de la presencia de una recién conocida María Hill creada por Bendis; y la segunda por el "No más mutantes" que dejó a la raza mutante al borde de la extinción, provocando así la Bruja Escarlata el no nacimiento de más mutantes y borrando los poderes de millones de ellos, llegando a alcanzar esta popular raza de Marvel ni siquiera el número de doscientos integrantes. La mencionada trama fue escrita por Bendis, quien antes de subir a los Vengadores al olimpo que les correspondía, los destrozó en "Vengadores Desunidos", también con la Bruja Escarlata de por medio, aunque en este caso no fue un evento o saga, sino un arco argumental en la serie regular del grupo, y aun así sus efectos se dejaron notar en muchísimas colecciones de Marvel, lo cual ocurrió también con "Civil War". Eso sí, multiplicado por diez.

Equipo de hierro


A pesar que desde "Civil War" hemos tenido eventos tan importantes, definitorios y épicos como "Invasión Secreta", "Asedio", "Miedo Encarnado" y "Axis", su alcance sólo es comparable a las de las últimas "Secret Wars", que muchos apuntaban como un reboot de Marvel, concepto que una gran cantidad de lectores llevan años esperando, pero que es evidente ya que no va a suceder. "Civil War" partió el universo Marvel en dos, y todavía hoy se notan sus consecuencias, y no hablo sólo de "Civil War II", sino de amigos, compañeros y familiares que no se hablan, e incluso personajes que aún recuerdan esos hechos como traumáticos. La historia, contada en una miniserie principal de siete números, nos presentaba a los Nuevos Guerreros durante el rodaje de su reality show. El grupo de jóvenes superhéroes se enfrentaba al supervillano Nitro en una zona residencial, provocando que usará sus potentes poderes explosivos, lo que ocasionó que destruyera parte del pueblo en el que se hallaban, asesinando incluso a numerosos niños. El desastre, uno de los mayores de Estados Unidos, es la gota que colma el vaso, y el Gobierno se pone manos a la obra para crear el Actos de Registro para Superhumanos, que no sólo los regularía, sino que los tendría fichados, sólo pudiendo utilizar sus habilidades para el país, y no de forma voluntaria, como simples justicieros y vigilantes. Es entonces cuando numerosos héroes y villanos no ven con buenos ojos la nueva normativa, mientras que otros la creen indispensable para los nuevos tiempos que corren. El Capitán América es el principal opositor del Acta, mientras que Iron Man es su más firme defensor, lo que provoca que ambos se enfrenten, cada uno liderando un equipo de héroes a su favor, consiguiendo por primera vez en la historia de Marvel que la sangre de amigos y familiares manche el suelo a causa de sus propios iguales. La guerra entre héroes y villanos finaliza con el Acta más que implantada, muchas relaciones rotas y el encierro de Steve Rogers, quien poco después es asesinado cuando acude a juicio, siendo sustituido por Bucky Barnes, anteriormente conocido como el Soldado de Invierno. Durante el conflicto, que se expande por todas las series marvelianas, tenemos imágenes tan potentes como Spiderman desenmascarándose en público para dar fuerza al bando de Stark, SHIELD uniendo villanos y criminales a su causa (ese Norman Osborn que luego iría ascendiendo hasta hacerse con la agencia), la clonación de Thor por parte de sus propios amigos como Reed Richards, la formación de centros y academias para el entrenamiento de los futuros vengadores, la batalla final en Nueva York, un Daredevil que no es Matt Murdock acusando a Stark de traidor, la cárcel en la Zona Negativa, Spiderman cambiando de bando, la Mujer Invisible abandonando a Míster Fantástico, Punisher salvando a Spiderman y uniéndose al mismo tiempo al bando del Capitán América, y por supuesto, el final de la historia, que abría todo un universo de posibilidades.

"Civil War" es una de las mejores historias que vais a poder encontrar en Marvel, aunque no reinventaba la rueda precisamente. El juego de héroes enfrentándose entre sí es tan antiguo como la propia editorial, y ya en tiempos de Stan Lee a éste le encantaba que los personajes lucharan por los más diversos y a veces estrambóticos malentendidos. Por entonces, no cantaba tanto este hecho, dado que los héroes apenas se conocían, y más que amistad entre ellos había suspicacias y desconfianza, como bien indican los choques de los vengadores en el filme de Joss Whedon, con escenas que calcaban las que veíamos en los cómics de los 60 y 70. Y sí, en las viñetas los miembros de los Vengadores también se zurraron bastante antes de unirse contra Loki, así que Marvel Studios no podría estar haciendo películas más comiqueras. "Civil War" llevaba estas situaciones al extremo, lo cual le granjeó no pocas críticas, sobre todo de lectores que aseguraban que muchos personajes se veían forzados a comportarse de formas forzadas en cuanto a su personalidad para encajar con una trama que sin la lectura de las decenas de números extra no podía disfrutarse al cien por cien sólo con la miniserie principal, que sí contenía las mejores escenas, llegando muchas de ellas, como la del desenmascaramiento de Spiderman (qué buenos recuerdos da la viñeta de Jonah Jameson descubriendo a Peter Parker bajo la máscara), a aparecer incluso en periódicos y televisiones. A las críticas no les faltaba razón, en especial cuando hablaban de las personalidades chulescas que en ocasiones tenían muchos de los personajes, casi intercambiables y por obra y gracia de Mark Millar, muy dado a ser demasiado extremo al respecto. Además, hablamos del año 2005, sí, hace más de diez años (es este 2016 un año perfecto, casi de aniversario, para lanzar la película que adapta la historia original y una secuela oficial en cómic), y no era la primera vez que se trataban temas políticos en Marvel, y mucho menos sobre registrar las identidades de los superhéroes, algo a lo que por ejemplo personajes como Iron Man y Míster Fantástico se resistieron en su momento. La memoria del fan a veces es mejor que la de los guionistas que se encargan de los cómics, y pocos pudieron perdonar que Millar forzara las personalidades de los héroes para que tuvieran lugar las situaciones que él deseaba, a pesar de que fueran tan espectaculares como asombrosas. Y aun así, "Civil War" es una de esas obras imprescindibles no sólo para todo fan de los cómics de superhéroes, sino para cualquier persona que disfrute de una buena lectura, así que si tenéis la oportunidad de haceros con el tomo que reúne la miniserie original, no os lo penséis dos veces. Por si fuera poco, la historia está novelada en un volumen que llegó a España, al contrario que muchas de las novelizaciones de cómics de la editorial, de forma mucho más concentrada en dicho libro, así que no tenéis excusa alguna para no sumergiros en la Guerra Civil original antes de meteros de lleno en la adaptación creada por los hermanos Russo, bastante respetuosa con el material del que parte.

¡Guerra!


La trama principal de "Capitán América: Civil War" se divide en realidad en dos. Por un lado, tenemos todo el tema de los Acuerdos de Sokovia, nacidos a partir del desastre ocurrido con Ultrón, y la necesidad que ven muchos países en tener cierto control no sólo sobre los Vengadores, sino sobre los humanos potenciados que van apareciendo por todo el planeta, siendo la ONU la principal interesada que en los Vengadores den ejemplo y firmen unos acuerdos apoyados por docenas de países; por otra parte, tenemos la historia de Bucky, y su búsqueda por parte del Capitán América, quien ve cómo se organiza una auténtica caza del hombre cuando un atentado apunta al Soldado de Invierno como el principal causante. Sin embargo, algo falla en todas las teorías que señalan al antiguo amigo del Capitán América como culpable, a pesar de que las pruebas que se encuentran llevan su nombre escrito en ellas, así que Steve Rogers se enfrasca en una misión suicida no sólo para dar con él, sino para protegerle de las autoridades e incluso de sus propios amigos, que desean hacer del Soldado de Invierno un ejemplo para la comunidad, al capturarlo y demostrar que los Acuerdos de Sokovia funcionan a la perfección. El objetivo del Capitán América lo llevará a enfrentarse a personas con las que ha luchado, gente a la que aprecia, y no serán pocos los que se unan a él para hacer justicia con Bucky, y así evitar participar en la caza de brujas organizada por quienes ven en los Vengadores un peligro para toda la sociedad. Sin embargo, es posible que algo más se mueva en las sombras, alguien que quiere hacer creer a la opinión pública que el Soldado de Invierno ha regresado, que es hora de detenerlo y que los Vengadores sólo velan por sus propios intereses al saltarse la ley para salvarlo. ¿De verdad hay un titiritero tirando de los hilos sin que nadie lo sepa, o es que los héroes buscan una figura para explicar los motivos que los han llevado a pelearse con amigos y compañeros? La tensión crece conforme pasan los días, el gobiernos aprietan las tuercas de las organizaciones y los Vengadores afrontan la que puede ser su total disolución cuando deban escoger un bando. Quizás el de Tony Stark, Iron Man, convencido de que los organismos oficiales deben regularles, como armas de destrucción masiva que son. Quizás el del Capitán América, convencido de que deben dejarles actuar con libertad, que ahí reside lo mejor que tienen como héroes, la libertad de actuar según sus propios imperativos morales, no el de personas que obedecen a intereses de los que desconfía. Sea como sea, ¿de qué bando estás? ¡Comienza la Guerra Civil!

Dejemos la trama de los Acuerdos de Sokovia para después, y centrémonos en la parte del guión dedicada al Capitán América y Bucky Barnes, una amistad realmente bien trabajada desde "Capitán América: El primer vengador", lo cual hay que agradecérselo a Ed Brubaker (Daredevil, La Patrulla-X), quien recuperó al joven Barnes como Soldado de Invierno, argumentos en los que se basa buena parte del trabajo de los hermanos Russo para la pantalla grande. En este aspecto, "Capitán América: Civil War" sigue los pasos de "Capitán América: El Soldado de Invierno", con un Steve Rogers muy ocupado en sus tareas como vengador, pero que ha continuado buscando a su amigo, al que encuentra gracias al revuelo formado alrededor del atentado que, supuestamente, ha causado, con alguna muerte importante de por medio (no, no digo de quién; reseña libre de spoilers, recordad). Es entonces cuando el filme se transforma en un team-up de lo mejorcito, en especial alrededor de las relaciones que guarda Rogers con Barnes y Sam Wilson, el Halcón, su otro mejor amigo desde "Capitán América: El Soldado de Invierno", dando lugar no sólo a un triangulo de lo más curioso, sino a alguna que otra escena cómica de las de quitarse el sombrero. Si hay que pedir algún deseo tras visionar la cinta, uno de los primeros debería ser que Sebastian Stan (Red Doors, Érase una vez) tome el escudo del Capi para formar su propio team-up con el Halcón, porque sus escenas juntos son de lo mejorcito de la película, aunque no es de extrañar si tenemos en cuenta que hablamos de un título donde las relaciones entre los personajes son una de las partes más importantes... y de las mejores. De la misma forma, Steve se relaciona también, por ejemplo, con la agente 13, o lo que es lo mismo, con la Sharon Carter interpretada correctamente por Emily VanCamp (Cinco hermanos, Revenge), quien descubrimos por fin (al menos, lo que no estén versados en los cómics) que es la sobrina de Peggy Carter, el antiguo amor del vengador abanderado. Aunque si hay que resaltar otras dos relaciones de Rogers, éstas son las que mantiene con Iron Man y la Viuda Negra, sin olvidar ciertos breves momentos con otros héroes como Pantera Negra, la divertida escena en la que conoce a Scott Lang o cuando tiene unas palabras con Spiderman, o más que palabras, en realidad. Todo lo que rodea a la amistad entre Tony y Steve hay que entenderlo como algo que ocurre fuera y dentro de la pantalla, similar a la enemistad entre Batman y el Joker en "El Caballero Oscuro", donde en la escena del interrogatorio parecía que llevaban más tiempo zurrándose del que realmente ha pasado desde que se conocen. Entre Steve y Tony pasa algo parecido, ya que han tenido pocas películas en las que interaccionar, si bien es cierto que cuando eso ha sucedido la relación ha sido bastante fuerte, como bien indican filmes como "Los Vengadores" y "Los Vengadores: La era de Ultrón", donde ya se incluían evidentes detalles de que la Guerra Civil era cuestión de tiempo.

El protagonismo de la Agente 13 aumenta en esta secuela


Si la genialidad de la relación entre el Capitán América y la Viuda Negra viene dada por las dudas de ésta última y el pasado que comparten desde la magnífica "Capitán América: El Soldado de Invierno", donde sólo hubo amistad con algo de coqueteo espía, los encontronazos entre el Capi e Iron Man resultan igual de dolorosos por cómo el segundo intenta evitar a toda costa que pase lo que es evidente que pasará, es decir, la fractura total en el equipo de los Vengadores. Tony Stark cree que tiene razón, pero Steve Rogers también, y ambos presentan sus argumentos que resultan bastante razonables dadas las circunstancias. Al fin y al cabo, son lógicos los temores de Steve Rogers hacia ser controlado por cualquier gobierno si tenemos en cuenta que poco antes de los acontecimientos de este filme trabajaba para SHIELD, que en realidad era prácticamente Hydra. Sin embargo, lo que cuenta Stark también es coherente, ya que deben ser regulados para poder responsabilizarse de sus actos, como él hizo cuando vendía armas o tras el desastre en Sokovia, provocado por su creación, Ultrón; y todo eso sin contar con que Thor y Hulk, dos de los más poderosos miembros del grupo, permanecen en paradero desconocido, dos bombas atómicas perdidas que pueden aparecer en cualquier momento, como aliados o ¿villanos? Y sí, esto va sobre todo por Hulk, que en el pasado ha tenido problemillas con Estados Unidos, y no digamos con Thaddeus "Trueno" Ross, que regresa desde "El increíble Hulk", de nuevo con el rostro de William Hurt (Una historia de violencia, Robin Hood), capaz de lucirse sólo con un par de escenas, aunque personalmente he echado en falta que alguien le recordara que él creó a la Abominación, todo lo contrario de lo que defiende cuando habla de los Acuerdos de Sokovia. Los argumentos aportados por Rogers y Stark estaban bien diferenciados en la miniserie original, donde los extremos eran bien visibles, siendo Iron Man el gran villano de la historia, sobre todo porque el tema de las identidades secretas también entraba en el lote, lo cual no tiene mucho sentido en el universo cinematográfico de Marvel, al menos con los héroes elegidos, ya que con otros como Spiderman, Daredevil y Jessica Jones la cosa cambia bastante. El guión de "Capitán América: Civil War" está más equilibrado en ese sentido, y gracias a la estupenda actuación de Robert Downey Jr., una vez más como Tony Stark (y que dure), de verdad nos creemos que el genio inventor siente todo lo que está pasando. En serio, fijaos en las expresiones de Stark desde los primeros minutos que está en pantalla, porque son oro puro. No es un Stark tan divertido, gracioso y chulesco como el de las anteriores, sino un Stark que parece decaído, taciturno, afectado todavía por la creación de Ultrón, que se siente culpable, completamente solo y superado por las circunstancias, un Tony Stark que regresa a la cueva de "Iron Man", donde el héroe se creó, pero donde también vivió los peores momentos de su existencia.

Pasemos de puntillas por lo inteligentes que han sido en Marvel Studios para dejar fuera de tamaña Guerra Civil a Thor y a Hulk, al igual que ocurrió en los cómics, por razones de equilibrios de poder, aunque no os perdáis el tronchante corto que circula por ahí sobre qué hacía el Dios del Trueno durante la batalla entre sus amigos terrestres; no tiene ningún desperdicio. Además, ya tenemos bastantes personajes en pantalla, y no hablo sólo de los héroes principales que participan en la Guerra Civil, sino en los secundarios de lujo como Trueno Ross, la agente 13, las dora milaje de Pantera Negra (preparaos para que las desarrollen como es debido en el filme en solitario del rey de Wakanda), la nueva y atractiva tía May con el rostro de Marisa Tomei (El Luchador, Cyrus), los padres de Tony Stark (hace memoria con respecto a "Capitán América: El Soldado de Invierno" para cierto giro argumental en el clímax) y la interesante incorporación al universo de Marvel Studios de Everett K. Ross, interpretado genialmente por el carismático Martin Freeman (Sherlock, El Hobbit: Un viaje inesperado). Aquí tenemos a un personaje muy ligado en los cómics a Pantera Negra, siendo el divertido enlace entre Wakanda y Estados Unidos, aunque en la película se ha cambiado un poco su papel, convirtiéndolo en un tipo más duro y expeditivo, una especie de nuevo agente Coulson para el universo cinematográfico de la Casa de las Ideas que espero volvamos a ver en los próximos filmes de la productora, porque a pesar de lo breve de sus apariciones, todas merecen, y mucho, la pena. Por supuesto, no faltan los villanos ni la primera aparición de dos héroes a los que llevábamos mucho tiempo esperando para disfrutarlos en la pantalla grande, uno por primera vez y el otro en manos de Marvel Studios, pero hablemos antes de los malos de la película, porque en esta ocasión sí que los hay, a diferencia, de nuevo, de la "Civil War" de los cómics, donde a pesar de todos los rumores diseminados por Internet en su momento, no había nadie detrás moviendo los hilos para que los superhéroes se machasen hasta quedar sus amistades tan destruidas que estuvieran totalmente indefensos ante la llegada de una amenaza mayor, lo cual ocurrió más tarde durante la historia "Invasión Secreta", donde los skrulls, la conocida raza alienígena metamorfa, no sólo atacaba la Tierra con todas sus huestes, sino que despertaba a una legión de agentes durmientes que se encontraba incluso entre los mayores héroes y villanos del planeta. Dejando aparte otros eventos de Marvel, debo señalar que la inclusión de los villanos en "Capitán América: Civil War" está bastante bien llevada, en especial porque uno de ellos encaja como detonante de la firma final de los Acuerdos de Sokovia, mientras que otro está más centrado en la trama de Bucky que en la de los Vengadores, donde después de todo son los mismos héroes los que se guisan y comen ellos mismos el plato de discordia que los empuja a luchar entre ellos.

Temed al ¿Barón? Zemo


El primer plato es Calavera, en los cómics, uno de los principales enemigos del Capitán América, bastante físico, e incluso llegó a matarlo después de "Civil War". En las películas es interpretado por el siempre bienvenido Frank Grillo (Prison Break, Anarchy: La noche de las bestias), quien muchos pensamos que habría dado el pego como nuevo Frank Castle tanto como Jon Bernthal. Calavera ya apareció en "Capitán América: El Soldado de Invierno" con su identidad "civil", la de Brock Rumlow, y tras la batalla final terminó desfigurado, tal y como es el personaje en los cómics, con una escena que prometía su regreso, y así ha sucedido en "Capitán América: Civil War", donde es el antagonista principal del incidente que provoca que los Acuerdos de Sokovia se aceleren. Lo cierto es que es un gustazo ver en la pantalla grande a Grillo como Calavera, y más con el traje puesto, tan realista como verosímil con respecto a los estándares de las películas de Marvel Studios, aunque no habría quedado tampoco mal con un uniforme más parecido al de las viñetas. Su pelea contra Steve Rogers es brutal, y lo cierto es que consigue que los fans tengamos razón al pedir más presencia de este tipo de villanos secundarios en los filmes de superhéroes, eso sí, bien aprovechados, que no ocurra de nuevo como el Rino en "The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro", que fue más un cortante cameo que otra cosa. Por otro lado, el villano principal de la función es nada más y nada menos que el Barón Zemo (aquí con un cambio de rango), no sólo otro de los más importantes enemigos del Capitán América, sino de los Vengadores y el universo Marvel en general. En los cómics, Zemo se remonta hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando su padre se enfrentaba al Capi tal y como lo hacía Cráneo Rojo. Eso sí, poco más os puedo contar del siniestro Zemo interpretado por Daniel Brühl (Intruders, Malditos Bastardos), porque entraríamos en terreno spoilers, pero olvidad las espadas, las habilidades atléticas al nivel de Rogers y, sobre todo, la máscara morada, al menos por ahora, porque lo que tenemos entre manos es un villano de nivel psicológico al cien por cien, y a pesar de que su plan tenga aristas que el guión no se molesta en pulir del todo, hay que admitir que todos sus pasos están bastante medidos al milímetro. Es una pena que no pueda contaros más al respecto, pero Zemo, este Zemo, funciona muy, muy bien, tanto en la trama del Capi y Bucky, como en la de los Vengadores. Los hermanos Russo han sido listos hasta en eso, ya que nos entregan a dos villanos del Capitán América que a la vez son grandes enemigos de todo el universo Marvel en su conjunto. Además, viene siendo una especie de marca de fábrica que nos mostraron también en "Capitán América: El Soldado de Invierno", donde el enemigo principal era el Soldado de Invierno controlado por Hydra, con un enemigo secundario que fue Batroc el Saltador, que conservaba las habilidades del original de los cómics, sin olvidar partes del traje que todos los fans le conocemos, sin máscara, eso sí; una lástima que aún continúen las reticencias en casi todas las producciones comiqueras referentes a esta manera de ocultar el rostro por parte de los protagonistas. De todos modos, no tenemos entre manos un filme de héroes contra villanos, sino de héroes contra héroes, así que sólo queda aplaudir porque los Russo hayan podido incluir a estos dos personajes sin que chirríe ninguno. Misión cumplida.

¿Y en el plano de los buenos? Ya os he hablado de algunos, pero todavía quedan unos cuantos que no pasan desapercibidos para el espectador. Los realizadores de la cinta han puesto toda la carne en el asador para que todos, e insisto, todos los personajes principales tengan su cuota de protagonismo, además de reflejar en la historia sus opiniones sobre los Acuerdos de Sokovia. Ahí tenemos a la Viuda Negra, que como hemos estado comentando es la que se halla en una posición más complicada, dada su amistad con Steve Rogers, al que intenta convencer continuamente de que debe seguir el nuevo camino fijado por las autoridades si quiere seguir haciendo el bien allá donde se le requiera; el Halcón lo tiene mucho más claro, sobre todo tras los enfrentamientos con Hydra, y demuestra ser, como en los cómics, el amigo fiel que siempre estará junto al Capitán América, nunca dudando de su ¿buen? juicio; Ojo de Halcón, como no podía ser de otra manera, está de parte del Capi, contra la Viuda Negra (hubiera sido muy interesante aprovechar más ese enfrentamiento entre ambos, al menos, el dialéctico, porque con el físico no hay ninguna queja), y aunque su presencia no se dé, con traje nuevo incluido, hasta la formación del equipo del Capitán América, hay que reconocer que es agradable verlo en el filme, además de que sus escenas son oro puro, saliendo de su retiro familiar para ayudar a sus amigos como el vengador rebelde que siempre ha sido; y, bueno, tenemos la incorporación "oficial" a los Vengadores de Ant-Man, un Paul Rudd en estado de gracia que en un principio iba a ocupar el lugar de cierto trepamuros del que Marvel Studios recuperó los derechos cuando ya se encontraba inmersa en la producción de la película, un Ant-Man que resulta de lo mejor de "Capitán América: Civil War", y no lo digo sólo por el humor que desprende, sino por las escenas de acción en la que se ve metido, con alguna que otra sorpresa incluida, y aunque me gustaría dar más detalles al respecto, sólo diré que es una gran, gran, gran sorpresa. Para disfrutarla especialmente en el cine, si os soy sincero. Habrá que comprobar cómo van desarrollando al personaje en sus próximas secuelas, pero no cabe ninguna duda de que Marvel Studios, pese a todas las reticencias de muchos espectadores, ha sabido sacarle mucho jugo a Scott Lang, y no digamos ya como vengador. Atentos, atentos, porque como ocurrirá en el caso del Doctor Extraño, tenemos aquí a otro de esos vengadores que veremos en las siguientes cintas. Un apunte al respecto de los personajes mencionados, ¿no estaría bien que Ojo de Halcón regresara en el futuro para actuar en un filme del Capi de la misma manera que hizo la Viuda Negra en "Capitán América: El Soldado de Invierno"? Se nota que me gusta mucho el personaje y la interpretación que hace de él Jeremy Renner (Ángel, En tierra hostil), ¿verdad?

Donde pone el ojo pone la flecha


Continuando con el resto de protagonistas, y ahondando más en el equipo de Iron Man, no puede faltar Máquina de Guerra, otro de los Nuevos Vengadores si tenemos en cuenta el final de "Los Vengadores: La era de Ultrón". Quizás el personaje más desaprovechado de todos en la producción, de nuevo con el rostro de Don Cheadle (Urgencias, Crash), quien lleva haciéndolo suyo desde "Iron Man 2", porque más allá de para subrayar las opiniones de Tony Stark (con quien no siempre ha estado de acuerdo debido a su carácter de lobo solitario) y ofrecernos alguna que otra gran escena de acción, sólo está para cierto suceso traumático que los trailers adelantaban, aunque cuidado, que quizá no es lo que todos esperáis; muy interesante es la posición de la Visión de Paul Bettany (Una mente maravillosa, Legión), una de las grandes estrellas de "Los Vengadores: La era de Ultrón", que muestra una opinión lógica basada en datos, dándonos una teoría bastante plausible sobre las razones por las que cada vez aparecen más amenazas, criminales y villanos con ansias de destruir a los Vengadores, cuya sola presencia, según la Visión, ya es un aliciente para el desastre, y no es que el equipo disminuya de miembros, no, sino todo lo contrario; incluso por encima de las escenas de acción protagonizadas por la Visión, donde demuestra que es prácticamente imparable (sólo Ojo de Halcón y la Bruja Escarlata parecen capaces de hacerle frente), está el hecho de que el hijo de Ultrón está cerca de su integración total entre sus compañeros, vistiendo como una persona normal y corriente, preocupándose por Wanda y hasta manteniendo una especial relación con ella de amistad y ¿algo más?, una nueva demostración de que los Russo no se han preocupado sólo de que los personajes aparezcan en la gran pantalla como en los cómics o que protagonicen grandes escenas de acción, sino también de que sean hombres y mujeres de carne y hueso, sí, con habilidades extraordinarias, pero seres humanos (incluso la Visión, sí) tan reales como nosotros mismos, con sus virtudes y defectos, con sus aciertos y fallos; y ahí entra también Wanda Maximoff, del bando del Capi, sí, pero que buena parte de ella se define por su relación con la Visión, además del miedo que tiene hacia sus habilidades, conseguidas gracias a la Gema del Infinito que su compañero vengador lleva en la frente, una subtrama que me da que veremos en las próximas producciones de Marvel Studios, sobre todo cuando se acerque cierta Guerra del Infinito. El carisma de Elizabeth Olsen (Oldboy, Godzilla) es tal que es una gozada ver a la Bruja Escarlata en la pantalla grande, ya sea relacionándose con sus compañeros o entrando en acción, siendo la que en muchas ocasiones les saca las castañas del fuego a los primeros. Sin desvelar demasiado, hay que señalar que su papel es muy parecido al de los Nuevos Guerreros en la "Civil War" original, formando parte al comienzo del filme de los Nuevos Vengadores, como nos quedó claro al final de "Los Vengadores: La era de Ultrón", donde la conocimos mejores tras la escena post-créditos de "Capitán América: El Soldado de Invierno".

Y vamos ahora a por las dos especiales incorporaciones de "Capitán América: Civil War", bastante esperadas desde hace mucho tiempo. Por un lado, tenemos a Pantera Negra, interpretado estoicamente por Chadwick Boseman (42, Dioses de Egipto), príncipe y rey de Wakanda, compañero del equipo de Iron Man debido a diversos acontecimientos que no puedo contar para no destriparos detalles importantes del filme. Como se esperaba tras algunas imágenes y avances del personaje en la cinta, queda fantásticamente en la pantalla grande, tanto por el traje, fiel al original al cien por cien, como por las escenas de acción en las que interviene, con una espectacularidad que rivalizan con las de "Capitán América: El Soldado de Invierno"; y es que, verlo moverse en pantalla junto a Bucky y Steve Rogers es una delicia para todo gran fan del cine de acción y superhéroes. Después de muchos años tratando de llevar al cine a T´Challa, parece que Marvel Studios ha hecho muy bien presentándolo en esta producción antes de darle el protagonismo que se merece en la próxima "Pantera Negra", con un reparto de infarto y muchas ganas de devorar la taquilla de 2018, poco antes de que se una al resto de vengadores para luchar contra Thanos. Los Russo ya anunciaron que dos de sus grandes apuestas para la película eran Ant-Man y Pantera Negra, aunque eso fue antes de que Marvel Studios llegara a un acuerdo con Sony para compartir a Spiderman en el cine. Dicho y hecho, el trepamuros se convirtió en el robaescenas de imágenes y trailers, siendo la sensación del avance largo de "Capitán América: Civil War", dándole pocas opciones al resto de películas comiqueras para "competir" a la hora de crear expectativas. Pero entonces, ¿cumple este nuevo Spiderman cinematográfico? Por ahora, sí. Es evidente que cuando uno se queda con ganas de más por parte de un personaje es que está ha funcionado, y eso pasa con Spiderman, a pesar de que su papel, anunciado al principio como un cameo, sea bastante más largo del que se esperaba, con la llegada de Tony Stark en la vida de Peter como un remolino, dispuestos a pedirle apoyo para la guerra que se avecina contra sus propios amigos. Y Peter, interpretado con gran soltura por un Tom Holland (Lo imposible, En el corazón del mar) que hace suyo a la versión adolescente del personaje, se une a Stark debido a su gran admiración por él. Recordemos que si calculamos en tiempo real, Peter creció con Tony Stark admitiendo su identidad de Iron Man, y desde entonces han pasado unos cuantos años en los que un chico inteligente ha madurado por las malas con la sombra de Stark de fondo, una especie de ídolo para empollones, por así decirlo. Spiderman en movimiento no decepciona, y junto a Ant-Man y Pantera Negra es otra de las grandes virtudes de "Capitán América: El Soldado de Invierno", teniendo algunas de las mejores escenas de la historia. Muy buena estrategia la de Marvel Studios la de no esperar a tenerlo en su propia película para darnos este suculento adelanto aquí, enfrentándolo a la vez con personajes como el Capitán América y Ant-Man, lo que da lugar a espectaculares escenas de acción que forman parte del fragmento del aeropuerto que es una pera en dulce con respecto a las batallas y peleas de superhéroes en el celuloide. En pocas palabras, si esto es un poquito de este Spiderman, esperar a que nos den mucho más va a ser duro, muy duro.Y gran elección la de Holland, por cierto, lejana a la de los veinteañeros Tobey Maguire (Las normas de la casa de la sidra, Brothers) y Andrew Garfield (La red social, Silencio).

¡El asombroso Capitán Spiderman!


Os hablaba mucho antes del equipo que hacen Bucky y Steve, tanto al enfrentarse entre ellos como al hacerlo contra el resto, siendo una gozada de team-up lo que vemos en pantalla, y un aporte más a diferenciar ambas tramas, la de la acusación al Soldado de Invierno y la de los Vengadores y los Acuerdos de Sokovia, argumentos que conectan perfectamente en ciertos puntos, pero que también tienen ambos su dosis de protagonismo en solitario. Si ya en "Capitán América: El Soldado de Invierno", Sebastian Stan se posicionaba como gran sustituto de Chris Evans como Capitán América, aquí se nos deja claro del todo, así que no es descabellado pensar que tenemos ya al futuro nuevo Capi tal y como ocurrió en los cómics. Para darle más veracidad al asunto, ahí tenemos a Bucky Barnes ofreciendonos escenas de acción tan brutales, agresivas y directas como las del anterior filme de los Russo, como por ejemplo, cuando el equipo de fuerzas especiales los persiguen a él y al Capi en el apartamento, o la caza por parte de Pantera Negra, así como el enfrentamiento final contra Iron Man, donde Bucky y el Capitán América siguen haciendo equipo en una pelea incluso más violenta que la que el vengador abanderado y el vengador dorado llevan a cabo en las viñetas al final de la original "Civil War". Y es que si algo saben dirigir los Russo eso es escenas de acción, como ya confirmaron de sobra en "Capitán América: El Soldado de Invierno", donde el Capitán América se movía como el Capitán América debe moverse, y en la que cada puñetazo, golpe, disparo y explosión dolía hasta llegar al mismísimo espectador. Ahora no es diferente, y aunque estamos ante un filme con una trama política bastante desarrollada, personajes bien tratados y escenas bastante calmadas, continuamos teniendo entre manos una película-espectáculo con superhéroes, un blockbuster en toda regla donde cada escena de acción es mejor que la anterior. Ahí tenemos la del principio, donde los Nuevos Vengadores actúan contra unos terroristas, en un acto que no acaba demasiado bien; o cualquiera en la que intervengan Bucky y Steve Rogers, sobre todo la última, un vaivén de emociones y espectacularidad. Pero sin ninguna duda, la que se lleva la palma es la escena del aeropuerto, la cual muchos criticaron antes de que se estrenara el filme (sí, los haters del cine, no lo olvidéis), tras sólo ver unos pocos segundos de la misma. Bueno, esos breves momentos son sólo un 0,000000001% de lo que realmente es la ya famosa escena del aeropuerto, porque el resto es un disfrute de principio a fin, y no, no estamos hablando de una especie de Mortal Kombat entre héroes, uno contra uno y a otra cosa, sino que en cualquier momento Máquina de Guerra puede pasar de disparar al Capitán América para intentar atrapar a Ant-Man, que justo antes había dejado de luchar contra la Viuda Negra para socorrer a Ojo de Halcón. Coreografías, efectos, poderes unidos, contraataques, gags entre peleas, dinamismo entre escenas, personajes que se intercambian con otros, sorpresas entre puñetazo y puñetazo, amigos golpeándose, enfrentamientos esperados... Los Russo no sólo consiguen que la escena entera, que no es precisamente corta, funcione como si de un perfecto puzle se tratara, con todas las piezas colocadas a la perfección, sino que además logran una de las mejores batallas corales en una película de superhéroes, junto a los finales vistos en "Los Vengadores", Los Vengadores: La era de Ultrón" y "Guardianes de la Galaxia", sin contar otras que serían discutibles, pero por mí entrarían, como "Iron Man 3", "El Hombre de Acero" y "Capitán América: El Soldado de Invierno". En estos casos no hablaríamos de batallas corales, sino más bien de un personaje contra otro, u otros a la vez. Sea como sea, y para no alargar más la reseña con un debate que merecería su propia y extensa entrada, la escena del aeropuerto de "Capitán América: Civil War"se sitúa entre los primeros puestos en cuanto a esta clase de batallas cinematográficas con las que tanto disfrutamos en este genial subgénero.

Por supuesto, si las referencias a las demás películas de Marvel Studios llenan el metraje (incluso al tema cósmico de las Gemas del Infinito), no faltan las que son más directas hacia los cómics, y tenemos muchas que son grandiosas. Por ejemplo, cuando Ojo de Halcón dispara varias flechas contra Iron Man, y en una de ellas está agarrado Ant-Man, homenajeando a una de las mejores portadas de la historia de la colección comiquera de los Vengadores; que Spiderman coja el escudo del Capitán América no es sólo un homenaje a la primera "Civil War", sino a algún que otro momento reciente donde el protagonista ha sido Miles Morales, el Ultimate Spiderman, ahora en la continuidad clásica; la Balsa es una de las cárceles para supervillanos del universo Marvel, junto con otras como la Bóveda, aunque la Balsa es de las más modernas, utilizada desde que Bendis entró como guionista de las series vengadoras; el discurso final de Clint Barton a Tony Stark es muy parecido al del falso Daredevil en la "Civil War" original; la relación entre la Bruja Escarlata y la Visión acaba en los cómics en un romance, un matrimonio e incluso dos hijos creados a partir de magia; el paraíso del que habla T´Challa, en el que creen los habitantes de Wakanda, ha sido bastante tratados en los cómics de Pantera Negra, donde el misticismo se une a la alta tecnología de la nación; por supuesto, hay multitud de escenas que están sacadas directamente de "Civil War", el cómic, muchas de ellas en el clímax donde Iron Man y el Capitán América se enfrentan, como esa en la que los repulsores del vengador dorado chocan con el escudo del vengador abanderado; las garras de Pantera Negra chocan también contra el "arma" del Capi como ha ocurrido alguna que otra vez en los cómics, pero sobre todo, como ha pasado con Lobezno, uno de esos momentos comiqueros ya clásicos; cuando Stark se encuentra con Peter Parker descubre su traje casero que le ayuda a actualizar, cuando en "Civil War" le construía una especie de traje-armadura con el que se conocía a Spiderman como Iron Spider, y sí, llevaba los mismos colores que la armadura de Iron Man. Dejando de lado otros guiños que tendréis que descubrir vosotros mismos (es imposible ignorar los chulísimos ojos animados de Spiderman), algunos más que evidentes que otros, ¿cómo olvidar el cameo del eterno Stan Lee? O las dos escenas post-créditos de la película, realmente buenas, aunque ninguna de ellas se centre en la siguiente entrega de las aventuras cinematográficas del Capitán América, algo comprensible cuando todos los planes de Marvel Studios apuntan a que las sagas de sus primeros personajes tendrán que ser revisadas en la Fase 4, mientras se centran en los más nuevos como Guardianes de la Galaxia, Doctor Extraño, Ant-Man, Pantera Negra y Spiderman, entre otros. ¿Mi opinión? Hasta que no decidan si cambiar de actores o no, los primeros vengadores se quedarán con trilogías, participando sólo en los filmes dedicados al grupo, que irá alternando algunos de sus personajes, cambiándolos por otros nuevos como los ya introducidos en los Nuevos Vengadores, o los mencionados que deben ir llegando a sus filas.

Puro cómic


En conclusión, "Capitán América: Civil War" no puede ser mejor comienzo para la Fase 3 de Marvel Studios, que lleva la ambición de la productora a cotas desconocidas hasta el momento, y afirmar eso con la Fase 2 ahí ya indica lo que nos vamos a ir encontrando en todas las próximas cintas. Los hermanos Russo han conseguido lo impensable, trasladar de la mejor forma una historia Marvel, una de las más influyentes e importantes historias de cómics Marvel al cine, eso sí, a su modo, para que todo encaja a la perfección con las tramas abiertas en la saga del Capitán América y en la de los Vengadores. ¿Tenemos entre manos un filme sin fisuras? En absoluto, aunque son menos de las que muchos han señalado, muchas menos, y se concretan en dos áreas. La primera tiene que ver con el guión, y es que hay detalles algo forzados por demasiadas casualidades, en especial en lo referente al plan de Zemo, que a veces da la sensación de que sale bien porque tiene de su lado una gran cantidad de buena suerte; la segunda, en realidad, no es del todo un defecto, y son las quejas que ha tenido la película porque usa a muy pocos personajes, muchos menos de los que intervenían en la "Civil War" de las viñetas, una queja un poco carente de lógica si tenemos en cuenta que ese evento se celebró tras décadas y décadas de creación de personajes en la Casa de las Ideas, y Marvel Studios lleva en pie como universo compartido unos ocho años, así que se han metido todos los personajes que se podían meter en una cinta de poco más de dos horas y media sin que el barco se hunda por el peso. Al fin y al cabo, todos deben estar desarrollados y tener su momento, fuera y dentro de las escenas de acción, y eso sin contar que la trama principal de "Civil War" se concentraba en unos pocos personajes con nombres y apellidos, lo cual pasa también en el filme. Además, ¿para qué queremos todo un ejército de personajes si el metraje es finito y los directores no van a poder desarrollarlos a todos? Queja no admitida, me temo. Lejos de esos "defectos", y a nivel técnico, la película tiene lo que se espera de cualquier producción de Marvel Studios, un nivel altísimo dificil ya no de superar, sino de igualar; banda sonora, fotografía, efectos especiales, montaje y, de nuevo, la dirección de los Russo, que es de sobresaliente para arriba. "Capitán América: Civil War" se sitúa entre los títulos más completos de Marvel Studios, con el añadido de que, como ocurría con "Capitán América: El Soldado de Invierno", coge material de las viñetas para adaptarlo (y la palabra es bastante importante) a la pantalla grande, con resultados tan inmensos y espectaculares como satisfactorios. Los hermanos Russo han conseguido otra película fantástica en todos los sentidos, y si esta va a ser la senda que se va a seguir para la Fase 3, ya tardamos en reservar nuestras butacas para todas las próximas cintas. ¿Y vosotros? ¿De qué lado estáis?


Nota: 9,5/10


4 comentarios:

  1. Yo soy El Demiurgo. Yo soy El Demiurgo.
    Supongo que ya puedo dejar de imitar a Groot.
    Me gusto la reseña de los movimientos de Marvel en el cine.
    Leí una interesante reseña en otro blog, sobre Marvel y las gemas del infinito

    http://viajarleyendo451.blogspot.com.ar/2016/12/marvel-y-las-gemas-del-infinito.html

    Me gustó como la historia toma mucho del comic de Civil War. Aunque me hubiera gustado algo más parecido al origen del conflicto, una sátira a los medios de comunicación, que lo que pasa en la película. Que hace el planteo de Tony Stark más razonable. A pesar de eso, estoy con Capitan América.
    Fue un hallazgo la aparición de Black Panther. Lástima que a Spiderman, gran aparición, lo dejan de lado muy pronto. Cuando su cambio de bando era uno de los conflictos interesantes de la saga. Y habría sido mejor una versión más experimentada, que usara Iron Spider, la armadura diseñada por Tony Stark.
    Lo que mejoraron es el final.
    Así que me gustó. Y repito que estoy en el lado de Capitan América.

    Es interesante la civil war II.

    Interesante reseña.

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    1. Jajajajaja.

      Nunca es demasiado imitar a Groot.

      Muchas gracias por tus amables palabras. Me alegra que te haya gustado la reseña, poniendo especial énfasis en los movimientos de Marvel en el cine, y eso que esta vez lo he resumido todo bastante. Y gracias por la reseña que incluyes. Siempre es interesante disfrutar de otros puntos de vista.

      Sí, es cierto que faltan grandes momentos de la "Civil War" original, pero los que comentas van muy aparte del Capi, y al fin y al cabo, estamos ante un filme del Capitán América, no de otros héroes. Aunque el cambio de bando de Spiderman hubiera molado mucho verlo en pantalla grande, pero si ya costó meter al personaje más o menos desarrollado...

      Yo también sigo de parte del Capi :)

      ¡Muchas gracias por pasarte! Y de nuevo, por tus amables palabras.

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  2. Madre mía...eso es una buena reseña y lo demás son tonterías.
    Las pelis del Capi son las mejores :)
    Y pasaba para desearte unas muy felices fiestas y un gran 2017. Que el próximo año nos traiga tan buenos libros tuyos como los de 2016.
    Por un años de libros ^O^
    ¡Felices fiestas!
    Un abrazo lector ja ja

    Bárbara

    P.d. Gracias por descubrirnos nuevas editoriales y autores en tu blog. El equipo de Dilatando Mentes es puro amor :)

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    1. Jajajajaja.
      Nah, una reseñita de nada. Apenas la sinopsis :P Me alegra que te parezca buena reseña, Bárbara ;) ¡Muchas gracias!

      Bueno, todavía es algo pronto para ir despidiendo el 2016, sobre todo porque ya habrá entradas para ello, pero recibo encantado tus buenos deseos, aunque no sé yo si desear más libros míos son buenos deseos, jajajaja :P
      El deseo es mutuo, amiga. Ya sabes que es un verdadero placer que te pases por aquí. Me encantaría que fuera más asiduamente, pero qué se le va a hacer.

      ¡Felices fiestas, Bárbara! Y que King te oiga, y sea un año redondo en cuanto a libros. Un año para que me sigas aguantando, si es que todavía tienes paciencia para ello ;)

      Muchísimas gracias por todo, de corazón.

      Un gran abrazo escritor, jajajaja.

      P.D. Nada que agradecer, en todo caso, gracias a lectoras como tú que no dejan de dar oportunidades a estas maravillosas editoriales. Y sí, en Dilatando Mentes son fantásticos. Tengo mucha suerte de haber dado con esta editorial, y no te digo ya de publicar con ellos... y repetir este 2017 ;) ¡Ya iré contando, ya! Mil gracias también por tu infinito interés, fiel lectora.

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