sábado, 4 de enero de 2014

Reseñas cinematográficas: Los Juegos del Hambre: En llamas


Ficha Técnica

Título original: The Hunger Games: Catching fire
Director: Francis Lawrence
Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Donald Sutherland, Philip Seymour Hoffman, Lenny Kravitz, Stanley Tucci, Liam Hemsworth, Toby Jones, Jena Malone, Jeffrey Wright, Amanda Plummer, Meta Golding, Sam Claflin, Alan Ritchson, Megan Hayes, Bruce Bundy, Willow Shields.
Guión: Simon Beaufoy, Michael Arndt
Música: James Newton Howard
Género: Ciencia-ficción, aventuras, acción
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 146 minutos
Año: 2013


Sinopsis:
Katniss Everdeen junto a Peeta Mellark ha ganado los últimos Juegos del Hambre, una competición donde solía podía quedar una sola persona, pero juntos desafiaron al Capitolio y lograron salir vivos de la mortal prueba a la que fueron puestos. Llega el momento de publicitar su victoria, por lo que ambos recorren todos los distritos de Panem, mientras las revueltas crecen a su alrededor. Es entonces cuando el presidente Snow, enfadado por el gesto de los ganadores, especialmente por el de Katniss, decide celebrar unos Juegos del Hambre muy especiales, nada más y nada menos que con los ganadores de las anteriores ediciones. Su intención es acabar de una vez por todas con Katniss de una forma que no levante sospechas. Katniss no sólo deberá sobrevivir al duro combate, sino que tendrá que decidir si elige amar de verdad a Peeta, o decidirse por Gale, al mismo tiempo que lucha en contra del destino que parecen tenerle reservados los diferentes distritos en la revuelta contra el Capitolio.


Reseña:
Antes de comenzar la reseña propiamente dicha debo confesar que, a día de hoy, todavía no me he leído ninguno de los libros que componen la trilogía de Suzanne Collins. Digo esto porque no puedo comparar las películas con los libros, sólo juzgarlas como películas en sí mismas. A este paso estoy seguro de que cuando se estrenen las dos partes de "Los Juegos del Hambre: Sinsajo" seguiré sin haberle echado mano a las novelas, aunque cruzo los dedos para que no sea así, porque comparar película y libro cuando hay adaptaciones de por medio es de lo más divertido. Por supuesto, no está de más comentar también de paso que estáis ante una reseña libre totalmente de spoilers, sobre todo porque nos encontramos ante un filme con algún que otro giro argumental realmente interesante. Vamos allá.

Parece que fue ayer, pero "Los Juegos del Hambre", estrenada en 2012, fue para mí una de las sorpresas cinematográficas de ese año. Poco esperaba de ella, la verdad, pero ese tono de "Battle Royale", con jóvenes matándose unos a otros, en esta ocasión, en una especie de competición-programa de televisión-espectáculo para la diversión de los ricos y poderosos, me atrajo bastante. Salí muy contento del cine, y con ganas de continuar viendo las aventuras de Katniss y Peeta, que prometían bastante. Ha sido en el 2013 que acabamos de dejar atrás cuando se ha estrenado su secuela "Los Juegos del Hambre: En llamas", algo bastante sorprendente, porque no estamos ante un filme barato y fácil de hacer, pero está claro que siendo la primera parte tan taquillera, poco iban a esperar los productores para la secuela. De un modo u otro, año y medio después, nos ha llegado la segunda parte que es sensiblemente mejor que la primera, aunque tampoco mucho mejor. Me explico.

Vuelven Katniss y Peeta para disfrutar del merecido premio


"Los Juegos del Hambre: En llamas" viene a ofrecer todo lo que debería dar cualquier secuela: más. Más de todo, y en grandes dosis, pero en dosis controladas, para que no suframos una especie de shock con la experiencia. Es decir, tenemos más acción, más aventuras, más incursiones en el mundo de Panem, más Juegos del Hambre, más personajes, más peleas, más supervivencia, más revueltas, y más ricos y poderosos oprimiendo a los pobres y débiles. Pero también tenemos algo que toda buena secuela debería poseer, y eso es nada más y nada menos que continuidad. El filme enlaza perfectamente con la primera parte, y aunque en él ha pasado cierto tiempo desde el fin de los Juegos del Hambre que ganaron Katniss y Peeta, se nota que tampoco demasiado. Las consecuencias están ahí, y es lo primero que vemos en el filme.

Esto además ayuda a que tengamos una película mucho más adulta, especialmente madura, con personajes que han ido evolucionando dadas las circunstancias y las relaciones entre ellos, personajes que también se han sabido adaptar, que han cambiado y que volverán a cambiar con los sucesos que tienen que ver con esta segunda parte, es decir, el especial Juegos del Hambre que organiza el presidente Snow para así poder terminar con la vida de Katniss Everdeen sin levantar demasiadas sospechas, al menos, no más de las que ya está levantando. Y es que, parece que todo depende de la joven, y cuando digo todo, me refiero a la revuelta que puede asolar la "paz" que predomina en Panem, paz al menos para la clase rica. Pero me estoy adelantando; hablemos de la trama en términos generales antes de profundizar en ella más de lo que ya lo estamos haciendo.

Los últimos Juegos del Hambre acabaron con la victoria de Katniss y Peeta, algo inaudito puesto que, como recordaréis, sólo puede quedar un ganador en cada edición de los juegos. Por parte del Capitolio, sobre todo para el presidente Snow, este acto ha sido todo un insulto, un insulto muy peligroso dado que los diferentes distritos comienzan a rebelarse contra su tiranía al ver a Katniss Everdeen como un símbolo, el símbolo de la libertad, el símbolo del cambio y la esperanza; el sinsajo, en pocas palabras. Y esto a Snow no le gusta así que debe ponerle fin, debe conseguir que el pueblo vea a Katniss como una más del Capitolio y lo mejor es provocar que la chica le siga el juego.

Símbolos de esperanza para el pueblo


Y esto nos lleva en la película a la relación que mantienen Katniss y Peeta, bastante tensa. Mientras que el segundo sigue enamorado de la primera, la joven, en cambio, no siente nada hacia él, pues todo lo que hizo en los Juegos del Hambre lo llevó a cabo para sobrevivir, nada más. Sin embargo, algo les va a unir de nuevo, pues tendrán que realizar la gira que todos los ganadores llevan a cabo por los diferentes distritos, donde los distintos pobladores mostrarán a Katniss lo que piensan de ella, es decir, que la consideran un símbolo de cambio. Snow entonces ve la oportunidad perfecta para hacer que Katniss y Peeta muestren que son como todos los demás ganadores de los Juegos del Hambre, que son parte del juego del Capitolio, y que lo deben hacer con ellos no es adorarlos, sino mirarlos con los mismos ojos que al resto de quienes forman los Juegos del Hambre.

Pero la jugada no le sale a Snow como desea, puesto que Katniss no es muy buena actriz, pese a los esfuerzos que pone en ello, y pese a que para Peeta sí es real. Mientras todo esto ocurre, las revueltas se suceden con más fuerza, las amenazas de Snow hacia Katniss van en aumento, y ésta inicia algo parecido a una relación con su mejor amigo, Gale Hawthorne. Es entonces cuando el presidente Snow, con ayuda de su nuevo ayudante, Heavensbee, decide que los próximos Juegos del Hambre serán muy especiales, ya que en él participarán todos los ganadores de las anteriores ediciones. Así, no sólo se cerciorará de que Katniss muere sin que él tenga que ver directamente, sino que acabará con los demás símbolos de esperanza del pueblo, los ganadores de los Juegos del Hambre. Katniss deberá prepararse para su prueba más dura, al mismo tiempo que intentará poner en orden sus sentimientos hacia Gale y Peeta, mientras pone uno de sus ojos sobre Snow.

El presidente Snow, deseoso por matar a Katniss Everdeen 


Como habréis comprobado tanto por mis palabras como por la sinopsis oficial de la película, tenemos otros Juegos del Hambre en el filme, unos muy especiales, y aunque pueda parecer que tenemos una especie de repetición de la jugada de la primera película, es y no es así. La continuidad que ofrece esta secuela hace que disfrutemos no sólo de las consecuencias del anterior filme, sino de situaciones que nos recuerdan mucho a aquel, pero enfocadas de modo muy diferente. Y el mayor ejemplo de la película reside en los Juegos del Hambre donde competirán los ganadores de las anteriores ediciones. Ya en el entrenamiento podemos notar que no es una competición normal; Cinna, el personaje interpretado por Lenny Kravitz (Los Juegos del Hambre) que tanto ayudaba a Katniss en la primera entrega, sobre todo en lo referente a su estilismo, comenta que tanto ella como Peeta necesitan aliados entre los demás concursantes, algo que estaba fuera de lugar en los primeros Juegos del Hambre de Katniss y Peeta.

Pero no es lo único diferente con respecto a los Juegos del Hambre que realiza Snow con todos los ganadores. Otro gran ejemplo al respecto es la presentación de todos los concursantes en el programa llevado por el personaje de Stanley Tucci (The lovely bones, Capitán América: El primer vengador), donde los mismos concursantes, a pesar de sus diferentes personalidades, se unen para mostrar su disgusto ante el hecho de volver a participar en los Juegos del Hambre. Ya lo dice el estupendo personaje de Johanna Mason, interpretado por la guapísima y carismática Jena Malone (Las ruinas, Sucker Punch), que a ella le prometieron que si ganaba los Juegos del Hambre, no tendría que participar en otros, y Snow lo ha incumplido. Y, pese a que los ganadores ponen en ridículo las reglas del Capitolio, incluso con las diferentes estrategias que usan los concursantes para intentar provocar que los nuevos juegos se cancelen (atentos al movimiento maestro de Peeta), los juegos se realizan. Y cuando se realizan, otra vez, no pueden ser más diferentes a los que ya vimos en la primera parte.

Jena Malone es Johanna Mason, carisma en estado puro


Olvidad lo que visteis en esa entrega. Ya en el trailer se nos muestra un buen adelanto de lo que vivimos en estos juegos tan especiales, cuando los concursantes aparecen en una zona acuatica. Katniss y Peeta no sólo se tendrán que enfrentar a luchadores experimentados, hábiles asesinos e inteligentes competidores, sino también a una nueva serie de amenazas creadas por el Capitolio, además de trampas y con el hecho de que Snow los quiere muertos especialmente a ellos dos, sobre todo a Katniss, la que realmente se enfrentó a él con todo el tema de las bayas de la primera parte. Snow está empeñado no sólo en destruirla, sino en matar la buena imagen que el pueblo tiene de ella, y que sólo va en aumento, como los diferentes disturbios que tienen lugar en los distintos distritos. En pocas palabras, el nivel de peligro que sufren los protagonistas en la historia es muy, muy alto, por lo que, a pesar de que haya una tercera parte, la trama logra hacernos pensar que Katniss y Peeta pueden caer en la refriega, al menos uno de ellos. Y no es para menos, pues uno de los personajes principales del filme sí que cae antes de que lleguen a la zona de combate; tranquilos, no diré quién. Hasta tanto no voy a llegar a la hora de destriparos. Sin spoilers, ¿recordáis?

Evidentemente, toda la parte de los juegos contiene bastante acción, algo que no sólo no falta en la película, sino que es mucho mayor que "Los Juegos del Hambre". Pero, como decía antes, hay muchas situaciones que aunque nos parezcan iguales, son totalmente diferentes, sobre todo porque medían entre ellas las consecuencias de lo que ya vimos en la anterior película. Y dicho esto, llegamos a la parte romántica del filme, bueno, "romántica", con unas buenas comillas. Porque, evidentemente, la relación entre Katniss y Peeta prosigue, con Gale de por medio, esta vez con mucho más protagonismo que en la primera parte. Cuando empieza la película descubrimos, nada más y nada menos, que Katniss y Gale han pasado de la amistad a tener algo más. ¿Y Peeta? La relación con Peeta no puede ser más fría; Katniss sabe que él la ama, pero al mismo tiempo, no sabe qué siente realmente por él. Lo que sí sabe, o eso dice, es que todo lo que hizo en sus primeros Juegos del Hambre fue para sobrevivir. Es normal que Peeta se sienta utilizado, pero no desiste, así que elige ser su amigo, al menos, para sobrellevar el hecho de que Snow los quiere muertos.

Peeta y Katniss más alejados que nunca


El presidente Snow, interpretado siniestramente por Donald Sutherland (Cómo acabar con tu jefe, The Mechanic), es otro de los ejes del filme, pues sus constantes intrigas e intentos de asesinatos hacia Katniss son los que hacen avanzar buena parte de la trama. Tanto la historia de Snow, como el triangulo amoroso entre Katniss, Gale y Peeta son de los más interesantes. Es más, la parte romántica, repito, "romántica" entre comillas, no resulta para nada empalagosa, alejándose bastante de otros filmes basados en libros juveniles donde la ñoñería de las relaciones de los protagonistas puede llevar a cargarse temas más interesantes. Afortunadamente, "Los juegos del Hambre: En llamas", mejoran en este aspecto a su predecesora, aunque suframos algunos altibajos por la personalidad de Peeta, que pasa de tener momentos realmente geniales, a escenas demasiado ridículas, sobre todo aquellas que tienen que ver con su enamoramiento con Katniss. En este aspecto, la cosa mejora conforme se va acercando el final del filme y los dos personajes se aproximan nuevamente, pero para llegar a eso hemos tenido que aguantar a un Peeta al que a veces dan ganas de sacudir una buena paliza. Claro que, poco después, nos sorprende con alguna genialidad; no sé si el personaje será así todo el tiempo en el libro, pero es una lástima este vaivén de personalidad en un personaje bastante bueno en líneas generales, y bastante bien interpretado por Josh Hutcherson (El circo de los extraños, Los chicos están bien). Curiosamente, la relación que mantienen Katniss y Gale, interpretado éste por Liam Hemsworth (Triangle, Los Mercenarios 2) es muchísimo menos interesante, aunque me da que se va a poner aún mejor en la siguiente entrega.

Si algo bueno tiene "Los Juegos del Hambre: En llamas" es que el nuevo planteamiento de la competición que da nombre al filme conlleva nuevos participantes, o antiguos participantes, todos ganadores de las anteriores ediciones, y todos con muy diferente personalidad. Algunos están bastante bien aprovechados, como es el caso de Finnick Odair, interpretado por Sam Claflin (Piratas del Caribe: En mareas misteriosas, Blancanieves y la leyenda del cazador), quien empieza pareciendo un cliché con patas para descubrirse como uno de los mejores personajes del filme, mientras que otros como por ejemplo, los concursantes que se esconden para ser los últimos que queden, apenas si se les saca todo el partido. También los hay que son directamente enemigos para Katniss, Peeta y sus aliados, enemigos sin apenas personalidad (algo que sí tenían los de la primera parte), entre los que contaría al personaje de Alan Ritchson (Rex, Smallville) que parece encabezar un grupo de concursantes con no muy buenas intenciones. Dejando a un lado al personaje de Finnick, y la relación que mantiene con la anciana Mags (de lo mejorcito de la trama), cabría destacar también a Beetee, interpretado por Jeffrey Wright (La joven del agua, Casino Royale), su compañera, papel realizado por la veterana Amanda Plummer (Pulp Fiction, Red) y, sobre todo, Johanna Mason, cuya primera aparición es toda una declaración de principios.

Finnick Odair, uno de los mejores descubrimientos del filme


Pero no son esos los únicos personajes nuevos que aparecen en la película. Quizás otro de los más importantes sea Heavensbee, en cuya piel se pone el siempre fantástico Philip Seymour Hoffman (El Dragón Rojo, Y entonces llegó ella), un auténtico camaleón de actor que nos depara más de una sorpresa en la película. Por supuesto, como decía al principio de la reseña, vemos una gran evolución en muchos de los personajes de la primera parte, como en el Haymitch de Woody Harrelson (Siete almas, Defendor), capaz de sacrificarse por los demás, o la estrafalaria Effie, interpretada por la simpatiquisima Elizabeth Banks (Spider-Man 2, ¿Hacemos una porno?), que aquí se muestra mucho más cercana de lo que muchos podríamos pensar con Katniss y Peeta, hasta el punto de importarle sinceramente que vivan o mueran en los nuevos Juegos del Hambre.

En resumen, "Los Juegos del Hambre: En llamas", es ligeramente superior a la primera parte, sólo ligeramente. Se ve una madurez en el tono de la historia, bien concedida por el eficaz director Francis Lawrence (Constantine, Soy leyenda), una evolución clara en los personajes y unas tramas mejor llevadas, especialmente el lío amoroso a tres bandas. Todo el tema de Snow, la conspiración para asesinar a Katniss y, especialmente, todo lo que rodea a los nuevos Juegos del Hambre y sus participantes (atentos al momento en el que los protagonistas se enteran de que de nuevo tendrán que jugar; impresionante) está muy, muy bien aprovechado. El filme es largo, pero no se hace largo en absoluto, y su final hace que uno se coma las uñas hasta los codos. Sin embargo, la película no es perfecta; tiene demasiados altibajos, redunda en demasiadas escenas y contiene relaciones entre los personajes que son muy flojas comparadas con otras, por ejemplo, la existente entre Katniss y Gale. Hay personajes muy desaprovechados, y otros que confunden demasiado al espectador; en éste último caso sale ganando Peeta por goleada. Katniss Everdeen, magníficamente interpretada por ese huracán de talento llamado Jennifer Lawrence (X-Men: Primera Generación, El lado buenos de las cosas), es otro de esos personajes grandiosos que tienen momentos demasiado volubles; tanto chulería no es buena, y más si se redunda en ella.

La Chica en Llamas se dirige de nuevo a los Juegos del Hambre


Aun así, y pese a sus defectos, "Los Juegos del Hambre: En llamas" tiene suficientes virtudes como para ser una película notable, una estupenda continuación de una película que ya de por sí era bastante buena. Cuando uno termina de ver el filme, tiene ganas de leer el libro en el que se basa y, sobre todo, de leer el siguiente para saber cómo termina la odisea de Katniss y Peeta contra el Capitolio y el Presidente Snow. Y, al fin y al cabo, si la adaptación de una novela logra que tengamos interés por ella, es que debe ser buena, ¿verdad? A mí, al menos, me ha parecido que es bastante buena. Merece la pena, y mucho. Otra agradable sorpresa como lo fue la primera.


Nota: 7,5/10


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