sábado, 14 de abril de 2012

Reseñas cinematográficas: Lorax: En busca de la trúfula perdida


Ficha Técnica

Título original: Dr. Seuss’ The Lorax
Director: Chris Renaud
Intérpretes (Voces): Danny DeVito, Zac Efron, Ed Helms, Taylor Swift, Rob Riggle, Jenny Slate, Joel Swetow.
Guión: Cinco Paul, Ken Daurio (Historia: Dr. Seuss)
Música: John Powell
Género: Animación, comedia, fantástico
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 94 minutos
Año: 2012


Sinopsis:
Ted es un chico como otro cualquiera que vive en "Thneed-Ville", un lugar donde los árboles no existen, todo es de plástico, va con electricidad, a pilas e incluso el aire se paga. Decidido a conquistar a la chica que le gusta, Audrey, comienza una odisea para conseguir un árbol. Para ello deberá acudir a un extraño personaje, fuera de los muros de la ciudad, que le explicará la historia del Lorax, un curioso personaje que habla por los árboles.


Reseña:
Confieso que me encanta el cine de animación. Da igual la edad que tenga, la edad que alcance o cuanto madure; me encanta el cine de animación para todas las edades. Llegar al cine, que se apaguen las luces y sacar el niño que llevo dentro. Es más, creo que es algo que todos deberíamos practicar de vez en cuando; devolverle la vida a ese chavalín que se divertía con las canciones Disney, y con el simple entretenimiento que una película como esta puede otorgar.

Sin embargo, "Lorax: En busca de la trúfula perdida" no me llamaba demasiado. Pero una cosa llevó a la otra, y entre los animados trailers, Danny DeVito y que el director era el responsable de esa maravilla conocida en nuestro país como "Gru, mi villano favorito" allá que vamos al cine. Y lo cierto es que una vez vista la película me habría arrepentido bastante de no haberla visto. Al menos, en pantalla grande. No en 3D, eso sí; últimamente estoy un poco desanimado con ese formato.

Ted, uno de los protagonistas de la historia

Entrando en materia, la historia nos presenta a Ted, un chico que vive en una ciudad donde los árboles no existen y el aire se vende. Un día, decide conquistar a la chica de sus sueños consiguiéndole un árbol; para ello va fuera de la ciudad a preguntarle a un misterioso personaje que le habla del no menos misterioso... Lorax, que habla por los árboles y vela por la naturaleza.

Lo primero que resulta curioso, y que es uno de los grandes aciertos del filme, es su manera de presentar la trama. Por un lado, tenemos a Ted, y su periplo por conseguir un árbol, para ello, deberá escuchar la historia del Lorax por parte del "Una vez", que también tiene su importancia en todo lo ocurrido. De este modo, tenemos dos historias por el precio de una, ambas conectadas y, en cuanto termine una, todo conducirá al final de la primera. Es decir, encontramos la historia del Lorax y como llegaron a perderse los árboles, y la trama de Ted, en busca de un árbol. Una maravilla, la verdad.

Lorax: "A ver cómo te explico que no es bueno ir cortando árboles a cascoporro"

Los personajes están muy bien construidos. Su diseño no sólo recuerda mucho a anteriores adaptaciones de los cuentos del Dr. Seuss como "Horton" o "El Grinch", sino que rememoran mucho a "Gru, mi villano favorito", hasta el punto de que si miramos bien hallaremos cameos y pequeños detalles como un pequeño Minion en uno de los cajones de Ted, y al Gato en el Sombrero en uno de los número musicales. Ted cae bien desde el principio, como todos los personajes que le rodean (sobre todo, su abuela) pero es por la parte del "Una vez" y su historia donde la película se lleva la palma; la familia del "Una vez", él mismo, los osos, los peces cantarines (la escena del río es antologica), los patos y, sobre todo, el Lorax, personaje grandioso y gran protagonista de la película, sin ser realmente el protagonista. Puede que en este apartado, la cojera  la provoque el malo de la película, con muy, muy poca entidad, menos personalidad y aún menos carisma.

Todos estos personajes son estupendos gracias a sus dobladores. Entre todos ellos cabe destacar a Danny DeVito que se ha dedicado a doblar al Lorax en absolutamente todos los idiomas, consiguiendo así darle al persona una personalidad muy, muy definida. En español suena la mar de bien; hace divertida cada frase que suelta, sin que por ello resulte un personaje payasesco.

Lorax echándose unas partidas con unos amiguetes

La animación es sublime. El diseño de la ciudad, el mundo de las trúfulas, todo lleno de colorido, hasta el punto de que cuando las nubes de malvavisco llenan la pantalla dan ganas de agarrarlas y darles un bocado. También tenemos números musicales, bien llevados y que no se hacen nada pesados. Por encima de todo esto cabría destacar el fuerte mensaje ecologista, que se hace patente desde los primeros minutos hasta el final de la película, que acaba muy emotivamente. La primera comparación que viene a la mente es "Wall-E", pero mientras ésta es más sútil, y más adulta, las aventuras de Lorax están más centradas en los más pequeños de la casa, lo cual puede sacar del filme a más de un adulto.

En el caso del mensaje ecologista, cabría destacar una de las últimas canciones, que deja bien claro cómo va el mundo, y como se rige en cuestiones centradas en la naturaleza. ¿Cómo sentirse mal si es legal? ¿Por qué no hacerlo? Atentos al discurso del malo en los minutos finales, porque los argumentos absurdos que da a sus conciudadanos para no plantar un árbol son aberrantes, surrealistas... y suenan mucho a lo que sueltan ciertos políticos. 

En resumen, "Lorax: En busca de la trúfula perdida" es una de las películas de animación del año. Puede que su mensaje sea demasiado directo, pero para quien va dirigido, funciona a las mil maravillas. Entretenimiento de calidad para el niño que todos llevamos dentro.


Nota: 7,5/10


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